miércoles, 30 de septiembre de 2015

La Hora del Dios Rojo

 
 
Richard Crompton
Ediciones Siruela
ISBN: 978-84-16396-13-9
 
Siruela tiene una selección de novela negra que hace las delicias de los amantes del género y lo mejor de todo es que los orígenes de sus escritores es de lo más diversa y eso la hace más enriquecedora y con ello me refiero a la experiencia de leer la novela.
Mollel es un detective masai en la Nairobi del 2007, viudo a causa del atentado de la embajada americana perpetrado años antes vive un difícil equilibrio entre la cordura tratando vivir con su hijo pequeño y su suegra que trata de quitárselo por todos los medios y la locura que supone ser un guerrero masai en un país terriblemete separado por etnias (masais, kikuyos, luos, kalenjis, muos, etc) que se odian entre si y donde el odio al blanco ya no es motivo de unión entre elas.
Ante el panorama de unas próximas elecciones que gracias al pucherazo corespondiente perpetuarán a la clase dirigente aparecerá una joven prostituta asesinada en las cloacas de la forma más burtal que os podáis imaginar, mutilada y a la que nadie parece conocer es al final identificada por una compañera de profesión y gracias a ella y la inestimable ayuda de un ciego, Mollel y su compañero Kiunga, un kikuyo, puede tirar del hilo y todo ello con las trabas que el mismo sistema genera porque no interesa lo más mínimo el esclarecimiento del caso.
Sumergido en las calles más pobres y a la sombra de la riqueza emergente de una megalópolis cada vez más desigual, vamos como las ciudades de loa países emergentes y las nuestras si nos descuidamos, aparecerán predicadores no tan amorosos con sus congéneres como predican desde el púlpito, jefes de policía que les estobas cuando les dices la verdad y compañeros que te cubrirían bajo cualquier concepto porque respetan tu trabajo, tu integridad pero que si algo nos les gusta te lo dicen.
Mollel es el prototipo de protagonista de novela negra de las de toda la vida, pasado torturado que le cuesta superar y sin embrago sobrevive a él, pero en esa lucha sufren todos los pocos seres que quedan a su lado, en este caso su suegra y su pequeño hijo. Con gran crudeza te describe una época donde se mezcla la navidad occidental, elecciones y un pueblo en permaneten ebullición revolucionaria cansado de las élites que les gobiernan despóticamente desde tiempos inmemoriales.
Con un lenguaje directo, duro y repleto de matices a los que ayudan las aclaraciones del lenguaje masai que se emplea en la escritura, de olores a la tierra en la que está situada, es fácil sentir el olor del miedo de Mollel en los momentos más tensos o incluso el olor del ganado cuando el mismo Mollel rememora sus tiempos de joven pastor antes de perder sus rizos en la ceremonia de iniciación a guerrero. No podemos entonces extrañarnos que el Dios Rojo es algo que forma parte de las creencias más profundas de este masai torturado pero a su vez incansable y justo. A su vez, resulta sumamente gratificante ver las distintas formas de ver las cosas de esos dos policías que son de étnias diferentes pero que se respetan y que son tan distintos, y donde donde Crompton juega con cierto desasosiego que te hace quedarte pegado al libro hasta "beberte" su última página.
Preparaos para viajar en Land Rover cochambrosos, autobuses atestados a una tierra donde las fuerzas ocultas del estado primero disparan y luego nunca preguntan. ¿Os lo vais a perder?

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