martes, 8 de septiembre de 2015

También Esto Pasará



Milena Busquets
Editorial Anagrama
ISBN: 978-84-339-9788-3


En un arrebato de compra un día de cine este novela se vino conmigo la noche del sábado y el lunes fue dispuesta para quedarse en este blog, quiero empezar con una queja inmensa, una segunda edición de una editorial como Anagrama no se puede permitir tener una falta de ortografía o de horrografía debía decir confundiendo en la página 60 una onda -efecto físico, como las de la radio- con el artefacto para lanzar piedras a distancia que se escribe honda, pues eso, los hombres podemos "recibir" ondas en un juego de palabras por las emisiones de las mujeres solteras y podemos recibir hondas si somos un almacén que nos las traen pero no escribe Milena sobre eso, pues eso, una falta de horrografía como un camello de grande que no puede permitirse una editorial de la fama de Anagrama.
Y ahora vamos con las flores, creo que la autora ha dicho perfectamente lo que es esta novela, es una carta de amor a su madre, y todo lo que demás que pueda decir es accesorio y superfluo.
Cuando falleció el padre de Blanca su madre le contó un cuento para que se le hiciese el trago más aceptable, pero ahora es la la madre de Blanca la que ha muerto y el duelo se le hace demasiado empinado, no ayuda demasiado que la vida de la misma Blanca sea todo un caos, con todo ese dolor lo que en realidad le queda a Blanca son las experiencias vividas, dulces, intensas, profundas y llenas de humanidad.
No creo a pesar de lo seductora que sea Blanca para los hombres que sea una mujer en lo que yo me mirara, ese furor uterino como diría mi vecino a mi me causa cierto desasosiego, no quiero decir que la sexualidad de esta mujer me parezca mala, que va, lo que no veo demasiado lógico es en encamarse a la primera de cambio, quizás sea porque yo soy muy exigente con la comida de mi "gato"; lo que si me gusta es como guarda sus amigas y coincido con ella, las amistades masculinas son más planas, no tienen las aristas que tienen las femeninas como ella misma reconoce y puedes ver en la obra.
La madre de Blanca ha fallecido y Blanca se traslada a Cadaqués para sentirse cerca de su madre, acompañada con unas amigas se va a pasar unos días para sentirse un poco más cerca de ella, viviendo en su residencia veraniega de juventud con evocaciones constantes a tiempos pasados.
No te deja regusto amargo ni doloroso y a pesar de tener un buen color final no acaba con el pasteleo típico de Coelho, y lo mejor, quizás no haga ver a nuestras madres para los que tenemos la fortuna de tenerla cerca todavía de verlas con los ojos que se merecen.

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