domingo, 28 de julio de 2013

Luna Metirosa



Ben Pastor
Ediciones Salamandra
ISBN: 978-84-9838-091-0

Hace ya algunos meses entró en este blog mi primera novela de esta escritora italiana afincada en USA y con protagonista al oficial de la Wehrmacth Martin Bora, un oficial atípico y poco afín con algunos de sus conciudadanos y que le tienen frecuentemente al borde de la navaja.
Martin Bora es el típico protagonista que quieres que te caiga bien pero no termina de hacerlo, demasiado prusiano y poco latino y por eso no termina de caldearte los huesos lectores; Bora es un soldado y como tal se comporta, obedece órdenes y lo hace bien, es un tipo meticuloso y muy observador que parece no dejarse llevar por las pasiones humanas y es ese caparazón frío lo que consigue mantenerle lúcido en un momento de locura.
Estamos en la casi navidad de 1943, los aliados ya llevan desde julio en suelo italiano y para los estudiosos de la segunda guerra mundial la campaña italiana no fue un paseo; pero estamos muy al norte de la zona de operaciones, Bora ha sido destinado al norte después de su paso por Rusia y Stalingrado, frente en el que morirá su hermano pequeño; es la muerte de un adinerado y dirigente fascista por atropello de un famoso dirigente fascista, Vittorio Lisi, obligará a Bora a colaborar con la policía italiana y el régimen para encontrar al culpable del atropello, pocas semanas antes un ataque partisano hará que su vida corra peligro y por el que perderá la mano izquierda y sufra heridas en su rodilla derecha que casi pierde de no ser por un maletín que lo protegía.
De esa colaboración con la policía vendrá su relación con Guidi, policía que aún vive con su madre e hijo de policía que a diferencia de Bora, si parece dejarse arrastrar por las pasiones humanas.
De las primeras pesquisas se deduce que el atropello lo ha preparado su esposa Claretta, una joven y atractiva mujer que encandila a Sandro Guidi nublándole el juicio; el que el muerto escribiera una C en el suelo antes de morir no ayudará a liberarla de toda sospecha.
Bora actuando como un soldado, como un autómata, irá desgranando todas las pistas hasta dar con el culpable y todo ello, teniendo que lidiar con las SS y los partisanos que no dejan de hostigarles.
Bien documentada -ver el detalle de la penicilina, otro detalle interesante para los estudiosos de la guerra pues muchos dicen que fue el verdadero arma secreta aliada en el frente europeo junto con los bombardeos masivos-, pero que a mi parecer resuelve en las últimas páginas como si de un culebrón se tratase y eso no me termina de agradar, confieso que es precisamente en esas últimas páginas cuando sabes de algo que ha hecho Bora que es cuando lo acojo con simpatía y le miro con otros ojos y no le juzgue de manera tan estricta como parece que el mismo hace.
Es posible que cuando lo terminéis el final os parezca insulso y que no era necesario montar el embrollo de las doscientas páginas anteriores, de ahí mi descontento, como la relación de Guidi y Bora me agradaba pues casi lo di por necesario pero para los puristas de la novela negra quizás no les guste tanto jaleo sin sentido o sin salida.
Para septiembre creo que me leeré la tercera, también editada por Salamandra y ver si consigo que me atrape definitivamente este prusiano casado pero no, soldado pero no nazi -por eso es difícil de creer el personaje- y que se sale un poco de los formatos habituales.

4 comentarios:

  1. Sinceramente, el titulo del libro no me atrae, la luna no es mentirosa.

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    1. Al respecto debo decir que el título tiene que ver con eso de que la luna "miente" pues cuando es creciente forma una D y si mengua hace forma una C y no sigo dando más pistas que destrozo parte de la trama

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  2. Respuestas
    1. Es mejor novela Lumen de esta misma autora que de la que hablo.
      Por si acaso te animas.
      Saludos.

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