viernes, 16 de agosto de 2013

13 días



Valentina Giambanco
Ediciones Pàmies
ISBN: 978-84-15433-26-2


Ediciones Pàmies nos trae el tercer título de su serie "la huella" de thriller y novela negra, de las dos anteriores tenéis su oportuno comentario en este mismo blog; esta novela está escrito por una escritora novel nacida en Italia pero que reside en Londres desde hace años donde trabajó como librera para después dedicarse al mundo del cine y creo que se nota en la novela, es más detecto influencias de escritores nórdicos y de series televisivas americanas, pues algunos pasajes me recuerdan escenas de algunas de ellas -Mentes Criminales por ejemplo y esos perfiles que se trazan de los psicópatas, CSI y el vaso o el análisis forense- y son esos posos que han dejado la legión de escritores nórdicos de los que tanto huyo.
La trama de la novela está bien construida y consigue que se pueda seguir con interés y avidez hasta el final, para mi gusto algunos capítulos los hubiera colocado antes para poder meterme antes en situación pero es una apreciación personal, para permitirte respirar al autora juega con el escenas pasadas con el presente y dejan poco a la inventiva del lector.
Ayudada de ciertos clásicos del género -poli novata, jefes que dudan, abogados sin escrúpulos- la novela es sólida en su conjunto, atractiva y entretenida, no pasará a la historia como la mejor novela de la historia pero consigue su propósito de forma brillante aunque los puristas encontrarán seguro alguna pega.
Confieso que a mi me ha gustado, no me ha arrebatado pero esto es debido a mis problemas con los protagonistas psicópatas y siempre que aparezca uno, ya sea por un trauma infantil o un afán de venganza me cuesta asimilarlo, entre otras cosas porque en todas esas novelas estos psicópatas parecen sacados de un manual de todo lo que se ha de hacer para que no te pillen siendo un pirado y no creo que sea así, por eso esos protagonistas me parecen los menos logrados -y seguro que me estoy equivocando, pero es mi parecer-, a mi me gustan los que son "malos" porque son malos, sin vueltas o envueltas, los que no tienen que justificar todo y dejan a tu interpretación el motivo de ese comportamiento y aprovecho para comentar que no os perdáis la entrevista que se hicieron a la par Markaris y Padura hace unas semana en el periódico El País sobre un seminario que impartieron sobre novela negra.
Alice Madison es una novata inspectora de homicidios de la ciudad de Seatle, acompañada de un poli veterano, el inspector Brown, que la ayuda a desfogarse y que se enfrenta al terrible asesinato de toda una familia unos días antes de navidad, la familia Sinclair, un asesinato que conduce a un tipo de dudosa reputación, John Cameron, y que sufrió una terrible experiencia hace 25 años, un extraño caso en el que fue secuestrado junto a dos hermanos, los hermanos Quinn, y donde morirá uno de ellos, esta experiencia traumática forjará una solida amistad a prueba de bombas en la que deberá meterse Madison para tratar de sacar algo en claro ya que Cameron es sospechoso de otros asesinatos y Quinn es su abogado defensor.
La irrupción en la pequeña pantalla de series de forenses ha influido hasta en las novelas de serie negra y en esta no iba a ser menos y si no ver los detalles del pelo en la corbata, el vaso con la huella o una costra, pero no llega a los extremos de análisis de ADN en minutos pero casi, una carrera contrareloj condimenta la interesante trama y la hacen las notas que recibe el principal sospechoso con un enigmático "13 días" y la fecha del fatídico día de hace 25 años en un segundo escenario, para complicar las cosas a la novata policía el asesino dispara a su compañero mandándole al hospital y casi atrapándola a ella y que hace que sus superiores duden de ella y de su capacidad, será entonces cuando se verá en la tesitura de cruzar la delgada línea de la legalidad o no.
El eterno enfrentamiento entre policías y abogados cuando deberían ser parte de la misma herramienta, ¿qué os parece?.
Difícilmente podría considerarse solamente policíaca y por eso la he clasificado como una mezcla de los dos géneros.
A pesar de tener un ritmo vibrante se puede hacer un poco larga, debe ser que me estoy acostumbrando a novelas de menos páginas o que cada día soy más vago, es entretenida y una buena lectura de verano, las escenas muy visuales ayudan a que casi sea fotográfica sin precisar de un lenguaje rebuscado o tecnicista, cosa que se agradece, vamos que no os esperéis a Horatio Cain hablando de alelos del ADN del sospechoso.
Una recomendable lectura para estas fechas, espero que os guste.

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