Eiji Yoshikawa
Editorial Quaterni
web: www.quaterni.es
ISBN: 978-84-937009-5-9
Segunda de las partes en las que la editorial Quaterni ha partido la obra, en esta están los capítulos Viento y Cielo, esta segunda parte tiene un punto de inflexión en el camino de la espada de Musashi, un cambio trascendental y que le diferenciará de todos los demás samurais y no es otra cosa que comprender que la violencia quizás no sea la mejor manera de ser uno con el universo; la experiencia que tiene que vivir con el joven Iori en su pueblo, en sus pobres tierras, con sus vecinos le abrirán los ojos para comprender que el camino de la espada es algo más que una técnica sobresaliente y vencer a todos en la batalla. Quizás para los no familiarizados con las costumbres japonesas puede que les suene a "chino" pero no hay más que verse cualquier serie de dibujos de televisión japonesa para comprender este camino vital, pongo por ejemplo la serie de fútbol de campos infinitos "Oliver y Benji", en esta serie aparece un competidor de una técnica formidable pero que carece del componente humano que tienen los otros dos protagonistas, en Musashi el papel "humano" lo encarna Musashi en su búsqueda del camino de la espada mientras que Kojiro es ese Marc Lenders que su único objetivo parece ser que es demostrar a los demás que es mejor espadachín que Musashi; entre estos dos protagonistas hay más diferencias y Musashi comprende que no tiene sentido demostrar ser el mejor espadachín, que su espada debe estar al servicio de los demás y no al servicio de si mismo y su ego, son las experiencias que vive Musashi con el resto de sus congéneres los que le abren los ojos ante ese nuevo camino en el que la violencia no tiene cabida, en el que su espada debe contener su propia alma y no convertirse en un mero instrumento de cortar y muerte.
Esta segunda parte arranca reuniendo a Musashi con Otsu y el revoltoso Jotaro, esa momentánea reunión provocará en el propio Musashi sentimientos encontrados respecto a como debe comportarse con la bella Otsu, es la aparición de su viejo amigo Matahachi el romperá sin que el lo sepa esa frágil unión quedándose solo nuevamente; ante esa perspectiva camina tratando de localizarlos hasta que conoce al pequeño Irori que le pide ser su discípulo, cosa que acepta tras una dura prueba al muchacho y es entonces cuando trata en su búsqueda el controlar a la naturaleza y ahí recibe una nueva e importantísima lección.
Durante la estancia de Musashi en el pueblo de joven Iori se ven atacados por una violentos y crueles asesinos y Musashi enseña a los aldeanos a defenderse y a mostrarles que ellos mismos pueden hacerlo, cosa que consigue pero cuando los mismos aldeanos que meses antes se rieron de él ahora empiezan a adorarlo como un dios decide que es el momento de irse y se pone en camino hacia Edo -la actual Tokio- mientras tanto la viuda Osugi persiste en su intento de acabar con Musashi por lo que se alía con Kojiro. Es decir que Musashi no vive impasible ante las penas de sus congéneres, dispuesto a aprender de todos aquellos que le pongan en el verdadero camino de la espada, aunque sea agricultor que desee ser samurai como Gonnosuke -ver el poder que la madre ejerce sobre él comparado con Matahachi y su madre-.
En esta segunda entrega siguen apareciendo viejos conocidos, pues todos ellos de una forma u otra conforman el universo de Musashi y nuevos, ya sea para aportar algo en su búsqueda o para ponerle trabas.
Recordar que en el original es un libro nada más, esta editorial lo ha fraccionado en tres y para mi que me suelo asustar con libros de muchas páginas es un acierto y para los que no quieran profundizar porque no les gusta, pues con el primero pueden tener bastante.
Recomiendo leer mi entrada sobre la primera entrega para orientarse un poco mejor y saber con que tipo de libro os podéis encontrar porque no es un libro distinto, es una parte de él.
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