Gaizka Arostgi
Ediciones Pàmies
ISBN: 978-84-15433-19-4
Nos vamos al año 1635 de la mano del joven Telmo Esnal, un guipuzcoano de origen y madrileño de nacimiento pendenciero, bravucón, vividor y con el futuro resuelto y que a consecuencia de su vida "licenciosa" -quería poner este adjetivo, jeje- tiene que poner pies en polvorosa y salir como alma que busca el diablo de la capital del "imperio" en busca de la protección de su influyente familia en Donostia, con una fuga veloz se plantará en la ciudad de sus mayores pero antes de poder contactar con ellos ve a los sicarios que han contratado el duque de Espinosa al que ha ultrajado en lo más hondo de su corazón pues ha ultrajado a su hija que se ha suicidado al sentirse despreciada y después ha matado en duelo al hijo del duque al retarle en duelo para restablecer el honor familiar pero al ser un bisoño no le dura a Telmo ni media cinta, este inconveniente le obligarán a enrolarse en un buque bañenero con rumbo a Terranova sin haber visto el mar en su vida, sin haber trabajado nunca como buen hidalgo hispano pues lo considera labor de la plebe y con todo el equipaje que ha podido salvar de Madrid y que no se ha gastado en vino, mujeres y teatro -ver como evoca a Calderón que en esas fechas habría llevado a las tablas "La vida es sueño", obra que ruego que si no se ha visto se vea, habrá un antes y un después de verla-.
A topa prisa convence al capitán Alonso Iragorri para que le enrole en el Gloria sin saber rumbo ni destino, a poco de embarcarse descubre que tendrá que trabajar como uno más y en ese viaje nacerá un nuevo Telmo, en una aventura donde puede perder la vida a causa de los elementos, los piratas o el mismo mar, convertirán al joven Telmo en un joven responsable de sus actos, sin espacio al egoísmo y con un propósito vital.
La vida en el galeón que pone tumbo a Terranova, territorios naturales de los pescadores del Cantábrico -lo mismo que Gran Sol antes de que se inventaran las 200 millas- es dura, la vida de estos pescadores que se enfrentaban a ballenas de 20 metros más dura aún, poco a poco Telmo confraternizará con la tripulación y conocerá los rigores del agua Ártica y del látigo por no obedecer a un capitán que mima a su tripulación como a su propia familia; para hacer más atractiva la historia de la navegación y la pesca, conocerá un poco más a estos hombres con los que vive en tan estrecha convivencia con sus piques y rencillas entre arponeros o los miedos por dejar a la familia sin sustento en su lejana Guipuzcoa, Gaizka introduce en la trama un antiguo secreto del capitán del buque y la aparición de una misteriosa joven, Soledad, en aguas tan remotas y que son reclamadas por los buques de su graciosa majestad; esta joven unirá pasado y presente del capitán Alonso y que vemos reflejado en el mascarón de proa del buque y a la que le une un parecido asombroso con ese mascarón tan misterioso, todo discurre con cierta normalidad hasta la llegada de un buque corsario capitaneado por cierto capitán de sangriento pasado y que unirá los hilos de esta historia.
Escrita con un ritmo vivo y muy cuidado, apreciar como cuida los olores en las diferentes labores de la pesca, muy bien ambientada y sin tener que recurrir a estudios muy sesudos para meterte en época con detalles como las herramientas, el nombre de las velas -debo decir que la condena de galeras para los condenados por la Inquisición no era extraña como pone la obra, pero es una licencia del escritor para que nos hagamos una idea de carácter del joven Alonso y el número de palos del galeón pirata, 4, se me antojan excesivos porque se hacían de tres palos, creo que ni el Santísima Trinidad hundido en Trafalgar y único de cuatro puentes tuvo esa cantidad de palos-.
Es una entretenida novela "unisex" y ciertamente veraniega, de aventuras, con su buena dosis de misterio y su correspondiente historia de amores de las obras de capa y espada, una novela que a pesar de versar sobre temas clásicos tiene la diferencia de que no te parece una novela más, adolece quizás de un poco de brío en algunas etapas pero entiendo que es completamente imposible que una novela te tenga con el mismo grado de tensión desde la primera página hasta la última; además creo que está muy bien resuelto el final.
El principio de la novela te recordará la poesía del genial Quevedo cuando describe los muros de la patria, escenas de obras de Lope y del mismo Aubrey o Paternain.
Lee Bilbao-New York-Bilbao, de Kirmen Uribe, te gustará.
ResponderEliminarSaludos.
Acabo de buscarlo en internet y por la sinopsis que he visto la web de Lecturalia estoy seguro de que me va a encantar, anotado queda.
EliminarUn saludo y gracias.