Joaquín Berges
Tusquets editores
ISBN: 978-84-1107-277-9
Estamos ante la última novela de Joaquín Berges, una novela muy emotiva, interesante, actualísima y con una gotas de acidez cómica muy humana sobre segundas oportunidades; con un plantel de protagonistas que puede ser cualquiera de nosotros en nuestra infatigable búsqueda de la felicidad -salvo que estemos muertos en vida, que de todo hay- una novela que tardarás en cogerle el tranquillo por el efecto collage de los diferentes personajes y hasta la aparición de un personaje crucial para la trama que aparece bien entrada la trama. Ambientada en los días previos a la pandemia del COVID y posteriores, narra la historia de la familia Llorente, propietarios de una funeraria zaragozana y que tienen algunas particularidades personales muy curiosas, el fundador el abuelo Cosme, viudo, vive obsesionado con evitar que entierren a alguien vivo como en el pasado pudo pasar con los enfermos de catalepsia y a todos ellos les entierra con una campanilla para que la hagan sonar en caso de ser sepultados vivos, su hijo Matías parece sentir una atracción morbosa por las fallecidas guapas y el nieto Tristán, con cierta fijación por la actriz que encarna el papel de Jane en las películas de Tarzán -Maureen O´Sullivan-en un fetichismo cinematográfico que parece que inunda toda su vida. Por otro lada tienes a la Familia Pardo, donde Deli, peluquera y viuda es madre de Gracia, a la postre pareja de Tristán y compañera de clase de economía de este y Lucas, hermano con un grado de autismo que no le impide seguir una vida casi normal; a todos estos hay que sumarles a Rita, pareja de Matías y madre de Tristán y Andrés, un antiguo compañero de clase de Rita y un "homeless" por los azares de la vida.
Con una buena dosis de humor negro, horas de diván, veremos como la familia Llorente, en una ejercicio tan humano como querer vivir, tienen que romper esquemas en un afán sobrehumano para sobrevivir, como notario un terapeuta que los atiende a casi todos los personajes principales y que tendrá un curioso final como el abuelo Cosme. Como apunta Berges en una entrevista qué leí cuando se publicó el libro y por eso me fui como un camicace a por él donde dice que "lo contrario de la vida no es la muerte, sino las ganas de no querer vivir", cuando leí aquello dije que este tenía que ser mi libro, y confieso que me ha encantado, no porque piense que las segundas oportunidades existen, que pienso que no, que los trenes para algunos solo pasan una sola vez en la vida, lo digo porque cuando pasan hay que cogerlos, pase lo que pase.
Tenemos una novela para hacernos reflexionar sobre la felicidad, en principio salvo el papel de Andrés/Román, los personajes no tienen problemas económicos, no por ser ricos, es que viven desahogadamente, no tienen excusa para ser felices de inicio y aún así, la vida no se desarrolla como uno tiene previsto, solo parece que Tristán tiene la línea de meta fija en su cabeza.
La novela se va desarrollando de un personaje a otro, a modo de cámara televisiva que te muestra que hace en ese momento, a veces se solapan y de ese modo vas desentramando la vida de los Llorente y de todos los que los rodean, de fácil lectura, sin perderse en laberintos narrativos que bien podría haber pasado pero no pasa, la novela va transcurriendo hasta la llegada del dichoso COVID y sin él, como ni ni hubiera motivos para querer vivir, aparece un aliciente más para querer hacerlo con más intensidad.
Buena novela, de grato disfrute lector y sobre todo, que te deja poso en la mente al cerrar la última página de que queremos hacer con nuestras vidas.
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