domingo, 27 de agosto de 2023

El Emisario

 




Yoko Tawada
Anagrama Ediciones
ISBN: 978-84-339-0624-3


Segunda novela de Tawada editada por Anagrama en España y primera en mi aventura literaria salvo que mi memoria haga aguas, una novela post apocalíptica de ciencia ficción, pero que no rompe del todo con el presente como haciendo una transición suave entre el presente actual y el presente del tiempo de la novela; no se ven naves espaciales, ni teléfonos inteligentes implantados en el cerebro o cyborgs, nada de eso, es un futuro sin fecha precisa, donde Japón se ha encerrado en si mismo para superar un colapso medioambiental, con un presente tremendamente contaminado donde no hay animales salvajes, los pájaros han desaparecido y la comida es un bien escaso y a veces peligroso para muchos de los habitantes de ese Japón aislado; las ciudades se han quedado vacías y los habitantes se han ido a pueblos más pequeños y aislados e incomunicados unos de otros, no se puede viajar entre islas ni con permisos, los niños nacen cada vez más débiles y son los cada vez más longevos abuelos y bisabuelos los que cuidan de ellos; un tiempo en el que los hombres sufren la menopausia y cambian de género al menos una vez en su vida, la tecnología ha desaparecido por completo algo casi impensable en un Japón como el de hoy en día y los extranjerismos y el lenguaje cae en desuso rápidamente, un lugar donde se alquilan perros para pasear . En ese extraño Japón aislado del mundo vive Mumei, un adolescente lleno de vida pero tan enfermo como el resto de jóvenes, lo atiende su bisabuelo Yoshiro, que lo cuida después de contemplar como el padre del muchacho se desentiende del todo, la madre ah fallecido y la abuela de este vive lejos de ellos. Yoshiro tiene la esperanza de que Mumei pueda ser unos de esos pocos elegidos que puede salir de Japón para que sean tratados y superar su escasa esperanza de vida, esos elegidos son los emisarios, y Mumei por su sensibilidad es para su maestro uno de esos jóvenes pero no es tan sencillo, no hay un estado para seleccionarlos o designarlos, en realidad se hace de forma casi anónima entre algunas personas elegidas que tampoco se conocen entre si.

A pesar de ser un fututo "sine die" y post apocalíptico se reconocen las pasiones y sensibilidades niponas, no es una novela extraña para los que leemos con frecuencia literatura nipona y puedes trazar un paralelismo con la época del aislamiento desde el cierre de fronteras del shogunato Tokugawa y la apertura de la era Meiji; ese amor al detalle que tanto les caracteriza impregna todo, desde el acto de comprar el pan o al deseo de pasear un tipo de perro u otro; plasma con enorme delicadeza los temores del bisabuelo de Mumei porque el sabe que es posible que el le sobreviva, algo que es contranatura y hará todo lo posible para que no ocurra pero no poniendo fin a su vida que un egoísta podría pensar, todo lo contrario, pedirá ayuda a su hija y estará pendiente del pequeño en todo momento, un joven que apenas puede caminar más de cinco minutos, el zumo de naranja le hace daño a su delicado sistema digestivo y que se le caen los dientes porque lo sintetiza el calcio.

Es una deliciosa novela, perturbadora pero esperanzadora aunque no se que pensarán cuando cierren la última página, cuidadosa con los detalles y muy descriptiva, con esa sensibilidad nipona que me cautiva y que cuida hasta los más aparentemente absurdos detalles pero que no es así y sin necesidad de escribir miles de páginas lo que me dice que se puede hacer una novela descriptiva y detalles sin perderte en las Batuecas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario