El Asesino de la Regañá

 

Julio Muñoz Gijón

Editorial Almuzara

web: www.editorialalmuzara.com 

ISBN: 978-84-15828-37-2

Primer libro de la saga de los policías Jíménez y Villanueva, de los posterioes ya he dado buena cuenta de ellos en el blog y aprovechando un paso fugaz por la ciudad más bonita del mundo para mis padres -Sevilla si alguno no lo ha adivinado- me traje las dos primeras novelas.

Si he reconocido un tipo de novela nórdica, otro mediterránea, esta saga por derecho propio es de estilo sevillano, sevillano por las formas, sevillano por las maneras, sevillano por llevarte hasta allí en cada una de sus páginas, si no has estado unca allí seguro que te entrarán ganas de ir y si no yas ido te transportará de nuevo a la calle Sierpes, al Tremendo, a la Campana o a Casa Rircardo  porque en Sevilla las cosas se hacen de otro modo y que nadie se equivoque y no por que lo diga la novela, en Andalucía no son flojos ni están todo el día de parranda, ni hablar, curran de otro modo, disfrutan de la vida, de sus rincones y de sus costumbres, porque en un mundo gobernado por los algoritmos y las caras largas en los vagones de Metro da gusto ir a un sitio que te sonríen cuando te atienden y siempre tienen una palabra simpática con la que hablan.

En la ciudad de Sevilla aparecen unos cadáveres asesinados de una forma muy particular ya que aparecen con una regañá clavada que es la que les ha segado la vida, para tratar de resolverlo recurren a un policía madrileño Villanueva con unas formidables dotes para resolver casos y para ayudarle y comprender tan particular cosmos que es la cidad de Sevilla se recurre a un policía local, Jiménez, un hombre que se mueve por las calles como pez en el agua, que se sabe todos los rincones y la historia de cada uno y cada piedra. En cada asesinato el criminal manda una nota al periódico del ABC pidiendo que vuelvan las viejas tradiciones, que se acaben los Starbucks, los restaurantes de comida rápida o la moda que se salga de los modos sevillanos de verla; amenaza con asesinar hasta siete personas, tantas como palabras tiene la ciudad de Sevilla y pone en peligro algo tan sagrado como la Semana Santa en Sevilla y en esa carrera contrareloj Villanueva y Jiménez tendrán que resolver tan macabro y peligroso criminal, o mejor dicho grupo criminal, atentos porque es donde aparece por primera vez Serba la Bari y los algunos de los integrantes que luego haán vuestras delicias lectoras. 

En un giro argumental Julio Muñoz cambia los evidentes nombres de algunos protagonistas de la obra pero que un lectro avezado decubrirá sin problemas, no así los sitios y lugares que si son reales y no ha cambiado el nombre, solo Casa Ricardo por ejemplo ya no se llama así, pero si pasáis por allí a comer sus famosas croquetas veréis un cartel que dice que son los herederos. Si tenéis la suerte de cogerlo en la estación del AVE de Santa Justa os leeis el libro en el trayecto, es cortito, muy divertido y logra lo que todo aquel que cuenta historias debe hacer, que es que te olvides de todo y te transporte.

El apéndice final hará vuestras delicias si queréis reir un buen rato, muy recomendable si necesitas descansar de problemas, si necesitas ir a un oasis de ver la vida de otro modo.

Se que Julio se "queja" de que tarda más en escribir la novela que la gente en leerla y eso deice mucho bueno de él, locutor de la cadena Ser en Sevilla; pero ójala todas las quejas sean esas; y para la gente de Lonely Planet, dejaros de guías de viajes y leeros la noticias del "El Rancio" son las mejores para saber donde comer las mejores gambas, la mejor "pringá" o las cerveza más fresquita -Cruzcampo por descontado que Mahou  la que le cambia el nombre, jeje, allí es de gusto demasiado fuerte-.