Eduardo Mendoza
Editorial Seix Barral
web: www.seix-barral.es y www.planetadelibros.com
ISBN: 978-84322-3712-6
Eduardo Mendoza en el colegio igual que los padres de muchos de nosotros tuvo una asignatura llamada "Historia Sagrada", en ella los tiernos infantes aprendían la historia de algunos de los personajes más relevantes de la Biblia, esas historias son las que sembraron la semilla en el intelecto del formidable escritor para luego crear esos personajes universos que tanto disfrutamos nosotros, pero para llo tuvo que imaginarse como debió ser el tiempo de Sansón, de Moisés, de Noé y que con el soporte de unas laminas más tétricas que otra cosa a modo de soporte a la labor del profesor ayudarían al joven Eduardo Mendoza a discernir lo real de lo imaginario, no en vano considera que estos hechos son la primera muestra de lo que para él fue la verdadera literatura.
En veinte capítulos de los que todos menos tres son del viejo testamento, Eduardo Mendoza desgrana esas historias, sus ciertamente incongruentes historias y nos muestran el sinsentido de la religión, mostrándonos un Dios vengativo y sangriento en casi todos los casos, sin pies ni cabeza y que por muy simbólicas que puedan decirse que sean esas historias, no hacen más que demostrar que somos manipulables hasta el extremo; en contraposición y forma de mostrarse están las otras historias del nuevo testamento donde la forma de "parábola" difiere de las historias del viejo testamento pero que no quitan su capacidad principal que no es otra que someter a cualquier libre pensador que aparezca. Es muy interesante el paralelismo que traza Mendoza con la España de la postguerra y el fratricidio de Caín pero la España de Franco no estaba para eso, o se lo pasaban por el arco del triunfo.
Personajes como David, José, Abraham serán objeto de su recuerdo, algunos curiosamente son profetas adorados por las tres religiones monoteístas más importantes aunque cada una le da su toque "exótico" de interpretación, por ejemplo Abraham y no os perdáis el capítulo que versa sobre el sacrificio de su hijo Isaac pero da lo mismo, cualquiera de todos ellos es digno de borrarse de cualquier religión que lo tome como modelo a seguir pues en todos los casos el mensaje final es "sométete", ¿no eso es ya motivo suficiente para dudar? y si tu pregunta es ¿por qué? y la respuesta es porque fe, pues que queréis que os diga, pues yo me borro, por eso y desde aquí propongo que no se de religión en ningún colegio como asignatura, ni si quiera como historia de las religiones, bastante es que se de como parte de la asignatura de Historia y que dada de forma científica y profesional servirá para que todos nuestros tiernos infantes dejen de creerse que una ballena se tragó a Jonás porque no tuvo fe en el Señor y después de arrepentirse el devolvió a una playa, cuando todo el mundo sabe que el gaznate de una ballena es del tamaño de una naranja grande; o que un ejército con trompetas se derribaron unas murallas, he oído estudios con arnas sónicas pero caray, ni en las mejores historias de ciencia ficción. No voy a seguir porque si eres ateo como yo lo normal es que te parezcan de risa cualquiera de las historias narradas pero lo que si me parece más preocupante es que existan personas que se lo crean a pies juntillas sin tener un pensamiento crítico, quizás mi formación científica me haga cuestionármelo todo pero no entiendo que nadie se haya planteado como se puede repoblar el planeta con tan solo dos animales por especie; en fin, que vienen a por mi que me quieren quemar en la hoguera de la plaza del pueblo.
Es un libro diferente de Eduardo Mendoza, pero rico en matices y colores, como todo lo que escribe el maestro barcelonés, un hombre preocupado por la educación, premio Cervantes de la letras, es imposible que no guste a quien lo lea, solo una persona llena de prejuicios abjuraría de lo que escribe porque nada en él es violento, es reflexivo, es comedido y relajado, ni siquiera los marcianos de Gurb son personajes malvados o violentos al estilo "Invasión a la Tierra" o "Mars Atack", pues Mendoza escribe desde el alma de sus personajes, desde la humanidad de todos ellos y no para torturarnos o convencernos de nada pero si para que reflexionemos aunque sea escondido entre risas.
Creo que es un libro que muchos de nuestros mayores encontrarás edificante, les llevará a sus años más tiernos y a buen seguro, les traerá a la memoria castigos infantiles por no saberse los nombres de los hermanos de José, por cierto ¿a alguien en su sano juicio se le pasa por la cabeza que los israelitas fueran consejeros del faraón -José- y de pronto fueran un pueblo oprimido y explotado y constructor de palacios cuando se sabe a ciencia cierta que la pirámides fueron edificadas por obreros pagados y especializados?, en fin que dije que no me iba a liar y al final lo voy a terminar haciendo, en resumen, leerlo que es muy interesante sobre todo para ver que el colegio debe servir para enseñar ciencia, ya sean matemáticas, historia, latín o física y química.
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