sábado, 21 de noviembre de 2020

El Club del Crimen de los Jueves



Richard Osman

Editorial Espasa

web: www.espasa.com y www.planetadelibros.com

ISBN: 978-84-670-6022-5


Publicitado no recuerdo en que periódico me llamó la atención y con la que está cayendo me tiré como un loco a por él, necesitaba abstraerme y reírme un rato y si bien no es de carcajada si es una comedia de sonrisa y bueno tono que anima como una deliciosa taza de té verde moruno en una tarde fría de invierno. No es precisamente un género que se cultive mucho este que mezcla comedia y novela negra y es difícil hacer una buena obra si quieres contentar a los dos "bandos" pero si eres británico y guionista televiso casi el tema de la comedia lo tienes "cocinado" pero no creáis que puede ser fácil porque me temo que debe ser más fácil en histrionismos y chorradas que desvirtuen la novela en si.

Lo primero que chocará al lector es como viven estos jubilados ingleses y ahora con las pandemia de COVID aún más, pues la residencia de Ron, Joyce, Ibrahim y Elizabeth no tiene nada que ver con los sumideros de muerte que estamos viendo en España en estos días, quizás sea una licencia literaria la descripción de tan idílico entorno, Larkin Court, donde viven en su propios apartamentos en un antiguo convento católico y donde se relacionan abiertamente entre ellos con actividades que les mantienen cuerpo y mente ocupados, en concreto estos cuatro jubilados constituyen el "Club del crimen de los jueves" porque se juntan los jueves para resolver crímenes sin resolver, todos ellos aportan su particular forma de ver las cosas, Ron es un activista político que no ha perdido su energía ni sus ganas de bronca, Joyce es una enfermera un tanto ingenuia que nos relata con su diario personal el devenir de esta comunidad tan particular, Ibrahim es el psiquiatra del grupo el pegamento del grupo y motor de todos ellos que es Elizabeth. La muerte de un promotor inmobiliario permitirá al grupo relacionarse con la recién trasladada inspectora Donna de Freitas, que se encuentra en esa comisaría de pueblo, Fairhaven, donde nunca pasas nada un motivo para mirar adelante y olvidarse del capullo de su exnovio, y de mano del jefe Chris Hudson y de estos cuatro ayudantes inesperados se pondrán manos a la obra para resolver un caso que enlace con otros casos de hace ya muchos años, la especulación urbanística, las mafias de la droga y amores prohibidos de un cura y una monja.

Con mucho acierto Richard Osman describirá una generación de hombres y mujeres que quieren seguir sintiéndose vivos, válidos y activos, que son solidarios entre ellos que han vivido guerras mundiales, penurias o dramas personales y sin embargo son los primeros en poner el hombro, ¿será nuestra generación tan generosa como la de nuestros padres? lo dudo, ¿y la de nuestros "hijos"? lo dudo menos todavía y menos viendo el espectáculo nocturno de los fines de semana -aunque en esto también está la nuestra que conste-.

Con capítulos muy cortitos escritos en tercera persona y enlazados con partes del diario de Joyce evidentemente en primera, seguiremos la trama de forma amena, "sosegada" porque los mayores no pueden hacer grandes aspavientos aunque si viajar a Chipre en busca de un viejo narcotraficante sospechoso de asesinato, sonsacar los movimientos bancarios sin necesidad de ordenes judiciales u oponerse al derribo de un viejo cementerio; como apuntaba es posible que choque la forma de vivir y relacionarse de estos ancianos comparada con la mediterránea, ya sabemos que pasando los Pirineos y los Alpes las personas que allí habitan son menos familiares, pero me da un poquito de envidia que queréis que os diga, son autosuficientes y viven la relación con sus hijos de una forma un poco más relajada y con menos ataduras.

No os va a hacer reír a carcajadas pero os hará pasar un buen rato y dibujaros una sonrisa de satisfacción en la cara, yo creo que hasta incluso querréis que el inspector tenga una cita con Donna a ver si espabila porque al final esta es una novela coral con muchos protagonistas donde la palabra soledad que parece escrita en algunos de ellos se puede borrar por poquito que hagan y ¿no es eso lo que queremos todos, sentirnos menos solos?, en resumen, es una entretenida novela de chimenea invernal, a la que no debemos pedirle más que nos divierta y entretenga y en las fechas que vivimos no es baladí.


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