Sergio Carrión
Frida Ediciones
ISBN: 978-84-943989-2-6
De esta pequeña editorial me traje dos ejemplares, de uno ya he dado cuenta hace unas entradas y este es el segundo y querido Sergio, que depresión, casi me dejo las venas largas a medida que te leía, yo que entre grises necesito un rayito de luz por el que asomarme para no venirme abajo pues con esta lectura no he visto ni uno y más que en un mundo de grises yo lo hubiera titulado en un mundo de negros.
Ojo que estoy haciendo mención a la temática o al buen o mal hacer de su creador que eso es harina de otro costal, pero entrando en la primavera y enamorado hasta las trancas de una mujer que no me hace ni puñetero caso creo que leer este libro en semejante situación personal es un verdadero "suicidio" emocional.
Plagado de desamor y con más negros que grises porque no te deja hueco a la esperanza a la que agarrarte mezcla con acierto sentimiento y cuerpo, pero con formas que yo ya creía olvidadas y seguro que es por culpa de los años que ya llevo en mi mochila porque yo creo que alguna vez quise así y no sé si mi madurez o mi falta de empatía me hacen ver las cosas de otro modo menos operístico y mundano y más propio de una conferencia de Paolo Coelho a quien precisamente no soporto.
Esa forma de ver el mundo, que nos hace distorsionar la realidad, que nos come por dentro y más propia del que todo lo puede pero al que un NO parece consumir seducirá a más de uno, por cierto, no fumo y creo que me he levantado con los pulmones cargados y tosiendo como un descosido, ojo, yo no he sido uno de ellos pero porque yo ya estoy viviendo mi propio desastre amoroso del que solo saco dolores de cabeza pero al que me he propuesto sacarle lo bueno y a pesar de todo he encontrado algunas partes muy "exprimibles" y que son:
- Hay silencios que separan sin ser kilómetros.
- La resaca de la felicidad.
- Creo en la magia.
- Contrato.
- El parque.
- Inmenso.
- Tus otras cosas.
- ¿Contigo seré feliz?
Usando un formato diferente y que podríamos llamar microrelatos, los alterna con algunas poesía para finalizarlo con canciones de esas que ponemos cuando el mundo parece darnos la espalda y que más de uno podría decir que se siente identificado con ellas que hacen de este trabajo algo más complejo e interesante, advierto que son canciones seleccionadas por el escritor, seguro que todos nosotros tenemos nuestras propias canciones para ese mundo de grises.
Me temo que mi memoria en un ejercicio de supervivencia vital me ha hecho olvidar que yo una vez quise de esa manera, eso o bien soy un pedernal que vive y sufre con otros estímulos, creo que nunca querría amar del modo que expresa Sergio salvo en pocos de sus escritos, a mi también me tortura mi maldita y perpetua memoria pero no caigo en esos negros que no grises pensamientos para la que una vez ame y entonces y siempre entonces me acuerdo del Principito y la rosa y la diferencia entre querer y amar, porque veo más posos Disney de los que me gustaría ver.
El mundo sigue, con nosotros, sin nosotros, con nuestras amadas o amados según el caso y de eso solo nos damos cuenta cuando ya no tenemos pelos que peinarnos y que los fugaces momentos de felicidad alientan más que el desamor y el "abandono" y cuidado con esto, porque siempre tengo la sensación de la culpa es siempre de la otra persona, ¿es que somos acaso perfectos cuando en realidad somos un catálogo de taras con las que tapizar medio muralla china?
Claro que todos queremos que nos quieran pero muchos hemos descubierto que también es igualmente satisfactorio querer/amar porque si, porque amar hasta las trancas es algo más que esperar que alguien se deje la piel por ti, es empeñar tu alma al diablo, los ángeles y los dioses extintos para que ella/el sea simplemente feliz -y ahora lo difícil, ¿como coño se hace eso?, pues si tenéis la fórmula compartirla por favor-.
En resumen, creo que es un gran libro de desarmo que no de amor pero al que yo llego muy tarde.
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