viernes, 24 de julio de 2015

Una Revolución Pequeña



Juan Aparicio-Belmonte
Ediciones Lengua de trapo
ISBN: 978-84-8381-072-9


Cuando recomiendo un libro a alguien que conozco lo hago con muchos reparos pues no necesariamente lo que me gusta a mi puede gustarle a los demás, este es un caso a la inversa, esta novela me la recomendó mi vecina Marta, que por algunas conversaciones que habíamos mantenido es una lectora de la buenas y con un buen criterio, seguro que vosotros tenéis amigos y amigas así, pues me habló maravillas de esta corta y divertida novela y no se ha equivocado en nada; hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien con una novela.
Detecto cierto paralelismo con las obras del genial Eduardo Mendoza, sin llegar a lo surrelista de este segundo, los personajes de esta novela son pateticamente entrañables, casi hasta el punto de querer da un puntapié al abogado hipocondríaco Esteban y hacer que se divorcie de su mujer, la inspectora Sara Lagos, para casarte tu con ella o en su defecto, con Perversa, la hija del finiquitador juez, Justo López, que a pesar de sus problemas mentales demuestra unas ganas de vivir que no tiene Esteban.
Creo que saldría una genial película de esta novela y si Berlanga hubiera sido el director por lo trepidante, lo alocada, los cambios constantes sería un exitazo, pero sigamos con la novela que es de lo que va este blog.
A medida que avanzas crees que el mundo se ha vuelto loco, donde los cuerdos van a la cárcel y los asesinos son jueces respetables, donde policías incompetentes y celosos de los éxitos de los compañeros se hacen cargo de investigaciones que sabes que no van a ninguna parte y que una inspectora de baja por embarazo que debería estar descansando, tiene que ponerse a investigar para poder sacar de los barrotes a su marido acusado de un delito que no ha cometido; el principio de la obra ya de por si es una invitación a partirte el pecho, ese viaje de avión con Perversa tendría que haber sido digno de filmarse. No es hasta el final cuando comprendes el título de la novela pues hasta entonces no lo comprendes.
A pesar de ser surrealista hasta en los píes de página, la novela no pierde naturalidad y realismo, pues a pesar de la locura que supone el papel del juez o su hija, cinismo, hipocresía y una visión de la vida que no es ajena al dolor de la gente, desde la forma de como finiquita el juez o su mujer a sus víctimas o los compañeros de la trena de Esteban.
Temo contar demasido de la novelas pues es cortita y creo que ya he dibujado demasiado trazos de la misma, solo puedo decir como resumen es que si la empezais, os va a encantar, muy natural y expresiva y con tantos puntos de contacto con nuestr presente diario quen es imposible que no os traiga a la cabeza cosas semejantes -lo asesinatos/finiquitaciones no claro- en vuestro día a día como por ejemplo la reacción con el psiquiatra o la del taxista cuando ve al juez.
En fin, animaros con ella y gracias Marta, ha sido una experiencia mística, es que poner religiosa me parecía copiar al mayor de los Iglesias.

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