jueves, 4 de junio de 2015

Hidratante Olivia



Diego Álvarez Miguel
Ediciones Hiperión
ISBN: 978-84-9002-054-8


Primer libro de la feria del libro de este año y como no, comienzo con el XXX premio de poesía de la editorial Hiperión, un clásico en este blog y entre mis visitas obligadas a la feria, por si alguien pregunta, si, se han venido un par de libros más de esa caseta amén de un motón de otras de los que daré debida cuenta.
Diego Álvarez  no es un poeta novato a pesar de su juventud, nació en Oviedo en 1990 y es ingeniero de teleco para que luego digan algunos esa cosa tan tonta de yo soy de letras o de ciencias, pues ya ha sido vencedor en otros certámenes de poesía siendo el de editorial Hiperión el que más renombre tenga, su poesía amorosa que es casi un relato, es fresca, juvenil y desenfadada, con ciertos toques irónicos que te arrancan alguna sonrisa vital y te quitan nubarrones entre la que destacaría la titulada "Epitafio u obertura", sus poesías son claras y directas, no hay circunloquios o complejas metáforas que requieran de una mente abstracta y retorcida para que las comprendas y las sientas como parte de ti, por ejemplo en "Soneto en si pero no", "El estado de las cosas" o "Si tú supieras", porque en pocas palabras te escribe una historia con todos sus ingredientes y te viene de perlas para entender que esté "liado" con una novela que quiere publicar en noviembre y de esa manera está planteado el poemario: Hidratante Olivia..., ...hazme  siempre caso..., ...excepto alguna vez., notar que mantiene la estructura de otros géneros literarios.
La protagonistas de sus desvelos  una mujer a la que se dirige con "Santa mía" que sufre más que el propio Diego, ver por ejemplo una maravillosa poesía titulada "Luz blanca", en la que descubres los matices que tiene la luz "blanca" en la vida del poeta y su amada.
Incluso los extractos de textos clásicos con los que se ve enriquecido el poemario son un gran acierto. La poesía "Enciendo la luz de la mesita" seguro que os fundirá los plomos, yo tuve que leerla, releerla y volverla a leer porque me faltaban puntos de apoyo para situarme en el mundo. 
También me causó desazón al leer "Haiku irreductible" pues nunca me he preocupado de que será de mi cuerpo después del final ni que se hará con él, en esta poesía suena más como amenaza que como pregunta.
De modo que este año comienzo con los libros de la feria de este año con buen píe, espero si vosotros pasáis por la feria tengáis suerte con vuestras elecciones y que no paséis mucho calor y termino este pequeño comentario con ese final que tanto me ha gustado.
Epitafio u ovetura
Hasta ahora he muerto tantas veces
que no creo, a decir verdad,
que ésta sea la última.

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