lunes, 25 de agosto de 2014

Mujeres



John Updike
Tusquets Editores
ISBN: 978-84-8383-847-1


Un septuagenario rememora su vida vista a través de su relación con las mujeres, con las mujeres y el sexo debería decir mejor, con esa premisa conoceremos a Owen Mackenzie un triunfador del boom de la informática, un vividor, un hijo único mimado que tarda una eternidad en madurar y que tras cerrar la última página dudas que lo haga alguna vez, no tanto por los compromisos laborales o su papel de padre es en realidad una falta de madurez para con sus compañeras de vida; ambientado en los finales de los sesenta en adelante en una comunidad de Massachusetts rodeado por personas de parecidas inquietudes, matrimonios jóvenes de relativo éxito aficionados a hacer fiestas de primavera o de la nueva pintura del garaje, Owen vivirá las transformaciones que sufrirán los Estados Unidos -sin afectarle lo más mínimo-, Vietnam, Nixon, la revolución hippie, etc mientras le tira los tejos a toda mujer que se le pasa por delante, no es un depredador sexual, es en realidad un seductor nato y eso que está casado y tiene hijos además de que vive en un pueblo relativamente conservador pero a Owen le da lo mismo, será capaz de seducir a las mujeres de sus compañeros de fiesta, becarias, mujeres de clérigos y a ti si tienes el pelo largo y te pones pendientes aunque te llames Federico como te descuides.
El sexo es el motor en la vida de Owen en en segunda medida su trabajo, pero sin obsesiones, no es un "work-adict", lo más curioso es que en sus relaciones precisa de calor humano, no es un mero intercambio sexual porque sí, recuerda todas sus relaciones a pesar de sentirse ya viejo y achacoso, recuerda que hacía de especial una y otra, incluso las que tuvo con su ex-mujer y madre de sus cuatro hijos, Phyllis, antigua compañera de estudios universitarios y muy inteligente, algo que a mi no me cuadra pero hay que reconocer que hablamos de los años 70 del siglo pasado porque una mujer así, salvo que estuviese abducida por el encanto de Owen que es así debería haberlo abandonado y no perdonado sus infinitas infidelidades; por cierto, curioso desenlace el final de la relación de ambos, me ha gustado como ha resuelto y que me ha sorprendido.
Por lo que he leído no es el mejor libro de Updike y yo lo empecé con mucho brío, pero sufrí un decaimiento lector precisamente cuando mejor se ponía la trama porque algo no terminaba de cocinarse en mi cabeza, momentaneo eso si, porque casi podría decirse que es una novela costumbrista, con una descripción delicada y detallista del día a día de esa pujante economía capitalista americana de la segunda mitad del siglo XX, sus clubes de campo, sus partidos de tenis, sus fiestas privadas, sus pasos por la iglesia, etc y como protagonista unos de ellos, un típico blanco de la costa este que ha triunfado.
Los personajes que riegan la novela no te permiten empatizar con ninguno, pues si Owen resulta repulsivo por la forma de engañar a su esposa, los demás no le van a la zaga, ni si quiera Ed, el socio de su empresa de éxito alcanza un mínimo de coherencia ética o las mísmisima Phyllis de puro "buena" alcanza la idiotez o solo alguna de las mujeres, Elsie, Alissa, Vanessa, Karen, Faye, Jacqueline, Antoinette y Mirabella, que tienen  la desdicha de cruzarse con este adultero consentido alcanza el poder de mandarle a tomar viento y en esos puntos te reconcilias un poco con el mundo porque quieres que le llegue algún castigo a este tipo que se mueve al compás de un contoneo de caderas femenino pues aunque las mujeres son indispensables para la vida de Owen ya sea su madre o su mujer, las vampiriza si es que ese verbo existiera, las chupa la sangre sexual hasta que queda satisfecho o encuentra otra.
La última de sus conquistas, ex-mujer del clérigo de su comunidad trata de redimirle y llevarle por el buen camino, Julia, pero los fantasmas de Owen nos demostrarán que puede amar a su mujer pero no pertencerá a ninguna y eso que se lo lleva bien lejos, no hay ni habrá paz para Owen.
Creo que casaría muy bien la escritura de Updike con la de James Salter, sus protagonistas, sus ambientes trazarían un cuadro perfecto de esa generación WASP que sale tanto en sus libros y que contrastarían de forma radicalmente distinta con los protagonistas de Auster.
Un buena novela pero no estoy seguro que guste a mucha gente, ese papel de salvador de Julia a mi me cabrea y me recuerda porque me gusta más El Burlador de Sevilla que el Tenorio.
Espero que la disfrutéis. 
 

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