Bernard Cornwell
Ediciones Pàmies
ISBN: 978-84-15433-46-0
Bienvenidos a lo más sangriento y duro de la guerra de los cien años, si, esa guerra que duró 116 años, apenas han pasado diez años de la terrible derrota francesa de Crecy a manos de Eduardo III donde cayó la tercera parte de la nobleza francesa; ante un ejército hambriento y mucho menos numeroso fueron presa de los arcos galeses y supuso la ruina del reino de Francia por décadas, pasados diez años, cuando el reino parece levantarse, el rey Juan II parece dispuesto a expulsar a los ingleses de sus territorios y reúne un fabuloso ejército para resarcirse de pasadas humillaciones; frente a él se encuentra el Príncipe Negro, el Príncipe de Gales, curiosamente el sobrenombre no se hará conocido hasta mucho tiempo después, pero las dos personalidades de los dos comandantes harán que la batalla de decante como años antes y años después en Azincourt del lado inglés; estos son los mimbres y ahora Cornwell tiene que escribir una novela y ayudándose de viejos conocidos de su pluma de la serie "Arqueros del Rey" relata una novela con conexión en los personajes pero que comienza y termina en este mismo libro por lo que no es preciso conocer el bagaje del Thomas de Hookton para disfrutar de una formidable novela de caballeros medievales.
Antes de que Thomas se reúna con el príncipe negro y luchar contra el ejército francés deberá encontrar la Malice, la espada que dice la leyenda que empuñó san Pedro para proteger a Cristo cuando iba a ser capturado por los soldados de Senedrín, un encargo del conde de Northampton del que es vasallo Thomas, al frente de sus hombres, los temidos hellequin, tendrá que superar un sin fin de obstáculos donde en muchos casos la caballerosidad brillará por su ausencia y donde los combates no se parecen en nada a los torneos.
La historia real ya es conocida, curiosamente es menos conocida que Crecy o Azincourt; la situación era muy parecida, con ejércitos mucho más pequeños que los de sus oponentes consiguieron derrotar a un ejercito francés mal dirigido y que dejó al país endeudado por culpa de los rescates durante muchísimos años; las estrategias de uno y otro demostraron que los genios militares ingleses estuvieron a la altura franceses, anclados a sistemas antiguos de lucha no fueron capaces de sobreponerse, pues a pesar de luchar incluso con armas menos efectivas, arco contra ballesta, la flexibilidad del arco supuso una ventaja decisiva en la confrontación.
Bien, esos son los hechos, se puede leer extensamente en libros de historia y os animo a hacerlo pues la historia de la guerra de los cien años es una verdadera de una guerra mundial donde se vieron involucrados países de todos los colores y lugares.
Cornwell es todo un especialista en las novelas históricas, se documenta -quitando algunos detalles como hablar de España en esos años, pero dejémoslo en atención de la potestad del escritor de recrear algo que nos sea más familiar el "ambiente"- con verdadero rigor como el detalle del habla de los nobles ingleses pues hasta bastante tiempo después la lengua de la corte fue el francés herencia de Guillermo el conquistador, su descripciones de las batallas son inmejorables, no creo que nadie sea capaz de describir con tanto rigor una choque de soldados cubiertos de armaduras, el como tendrían que moverse o usar sus armas para acabar con su oponente.
"Id con Dios y luchar como el diablo" frases para la historia que permanecen en el subconsciente colectivo británico y que forjó su identidad como pueblo, daros si no una vuelta por las obras de Shakespeare para comprobarlo.
Cornwell se desenvuelve con soltura entre las escenas de lucha, con una naturalidad casi fotográfica y que a más de uno le harían sospechar de que tiene una máquina del tiempo para poder describir algunos lances, por ejemplo el uso de algunas armas en prejuicio de otras. De lectura rápida y fresca, no te permite descansar hasta que cierras el libro gracias a su forma de enlazar las acciones de la trama, con personajes de carne y hueso temerosos del Dios del final de la edad media y que harán la delicia a todos los amantes de la novela histórica.
No os lo perdáis.
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