Eiji Yoshikawa
Editorial Quaterni
web: www.quaterni.es
ISBN: 978-84-937009-8-0
Y tercera y fin del camino en su búsqueda del camino de la espada del ronin Musashi, tenéis los dos anteriores partes en fechas anteriores, debo advertir aunque creo que lo ya lo hice es que en realidad una sola obra que la editorial ha partido en tres, para los temerosos de libros de muchas páginas como yo, pues quizás no me hubiese aventurado a leerla pero al estar en tres partes si me atreví con la idea de que si no me hubiera gustado no haber seguido.
En esta tercera entrega llega el tan esperado enfrentamiento entre Musashi y Kojiro, los dos espadachines han crecido en habilidad y destreza, los damios se los rifan para tenerlos a su servicio y mientras Musashi no se deja seducir por esos cantos de sirena el joven Kojiro si lo hace, cada uno sigue un camino distinto para tratar de llegar al mismo sitio, Musashi se centra en sus estudios Zen y Kojiro en la práctica con el acero, ese camino del Zen lleva acompañado muchas más cosas porque en realidad no persigue ser el mejor espadachín, la espada es un medio no un fin para alcanzar la iluminación y para todo ello Musashi deberá aislarse del mundo, dejar a todos sus seres queridos y todo para darse cuenta que a lo mejor tampoco así puede alcanzar un nivel superior del conocimiento, deberá recurrir a su viejo amigo, el monje Takuan, para
que le guíen en su búsqueda pero este parece no querer ayudarle; todo en un estilo de lo más nipón en la búsqueda de la superación personal, en la renuncia del propio yo y los placeres humanos; para algunos se volverá repetitiva y estará como loco por ver ese combate final pero quien dijo que lo de la serie "Oliver y Benji" eran capítulos interminables, pues si nadie lo dijo ya sabéis de donde sacaron la idea, aquí no son campos de fútbol de 1500 metros, son idas y venidas, desencuentro tras desencuentro, relaciones imposibles que parecen contentarse con un "eres mi mujer", en pocas palabras, que quería que se terminase, las historias paralelas de Iori, Jotaro, Matahacho u Osughi casi ya te dan lo mismo y todo por ese interminable enfrentamiento entre los dos espadas.
Mientras Musashi nunca buscaría el enfretamiento con nadie, Kojiro tiene la necesidad imperiosa de hacerlo, de demostrar que es el mejor, todo eso le servirá para poder labrarse un futuro, Musashi no busca la fama, ni la desea e incluso le fastidia.
Son dos personajes completamente distintos, no se parecen en nada pero los dos gozan del respeto de los demás, suscitan odios y temores pensaba decir a partes iguales pero si os fijáis no es así, parece ser que Kojiro es un personaje que suscita más simpatías que el modesto Musashi, en fin, creo que los dos personajes encarnan la forma que tiene los japoneses de ver como se puede alcanzar el éxito en la vida, pero sólo una de ellas es la buena, la correcta y nunca es la fácil ni la más directa.
Sólo para los que se hubieran atrevido con las anteriores y les gustó esta literatura, ni se os ocurra leerla por separado porque no tiene mucho sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario