jueves, 26 de septiembre de 2013

Daisy Sisters




Henning Mankell
Tusquets Editores
ISBN: 978-84-8383-346-9

Fuera de las novelas de la serie del investigador Kurt Wallander este afamado escritor sueco nos sorprende de vez en cuando con historias que nada tienen que ver con el tipo de literatura al que nos tiene acostumbrados; antes de seguir me gustaría que quiero que me guste como escribe Mankell, lo deseo fervientemente pero nada, por una novela que me gusta de él me encuentro con muchas más que no me han gustado y esta está entre estas últimas; no tiene nada de malo, no tiene pegas pero me ha aburrido lo indecible, no puedo decir que ha sido una tortura porque no es así pero no he disfrutado nada y creo que la historia reunía todo lo que a mi me suele atraer, personajes que han recibido más palos que una estera y con un horizonte más negro que el túnel de metro, gente que se deja los cuerpos para acostarse con al menos una sonrisa y vender caro su pellejo a un mundo que no ayuda nada, en fin, vamos a buscar los puntos positivos porque seguro que puedo resaltar unos cuantos.
Vamos a vivir la vida cotidiana de la Suecia de principios de la segunda guerra mundial hasta finales de siglo y todo de la mano de tres generaciones de mujeres luchadoras en un mundo de hombres en el que no hay demasiado sitio para ellas, este aspecto es algo que puede sorprendernos porque muchos tenemos en la imagen colectiva que los países nórdicos son sociedades modélicas con respecto al tema de la paridad o la convivencia y salvo que Mankell mienta cosa que dudo, ese imagen está más en nuestra conciencia que en la realidad cotidiana -no nos olvidemos que Suecia es uno de los países de Europa con más denuncias por violencia de género, por cierto, no me gusta nada ese término jurídico pero en fin, no soy jurista-, sus sueños, sus luchas, sus penas, sus hijos y todo ellos sin la apenas aparición de los hombres en la novela, no se salva casi ninguno, borrachos, ladrones, violentos, etc, se puede hacer un catálogo de todo lo despreciable del sexo masculino que en los personajes masculinos de la obra alguno lleva ese marchamo, sólo se salvan unos pocos y que son: Anders que es un vecino de Elna y madre de Eivor -el eje principal de la novela- que hereda de su hermana un dineral y que con el pretende matarse bebiendo y que descubrirás que es un viejo cómico con el corazón destrozado por la perdida de su compañera de fatigas, Erik el padrastro de Eivor y que muere por culpa del amianto -ver la crítica velada que hace a los industriales suecos y que nos demuestra que se parecen mucho a todos los del mundo y si no recordar Boliden- que es el contrapunto perfecto a todos los otros cafres que aparecen en la vida de Eivor y que cuando muere por culpa del asbestos no consigues que se emocione ni un ápice Eivor y eso me cabreó bastante  y por último el abuelo Rune, que quizás por su edad está por encima del bien y del mal; todos los demás como os decía son un catálogo de patologías dignas de cualquier frenopático.
Las mujeres de la obra son cosa aparte, Vivi y Elna o las Daysi Sisters como se denominaron ellas han llevado vidas completamente distintas, mientras Vivi es una triunfadora al final se lamenta veladamente de no haber tenido hijos y Elna después de la experiencia traumática en la que se queda embarazada de Eivor lucha por salir adelante con ese estigma que supone en la Suecia de los 40/50 el ser madre soltera; a pesar de ser tan distintas son amigas, amigas que a pesar de no verse se sienten, se quieren y todo comenzando con unas cartas, recuerdo que mi madre me cuenta que en su juventud era muy frecuente hacer amigos por correspondencia algo así como el antiguo messenger pero con más "romanticismo"; dentro de esa denuncia social que es toda la novela, veremos el comportamiento de estas mujeres frente a las adversidades y con el nulo apoyo de sus compañeros o parejas, en como deben renuncias a sus sueños para alcanzar el leve sueño de una vida un poco mejor. Eivor tendrá dos hijos con su primer marido y una tercera con un amor de juventud, Lasse Nyman, que es todo menos un tipo normal y con el que vivirá dos historias de terror en diferentes etapas de su vida; de esa segunda historia nacerá Elin que es la que cerrará el circulo de embarazos juveniles no deseados con otro pequeño cuando Eivor aún es joven. La última en discordia es la amiga finlandesa Liisa de Eivor, una mujer que es todo lo contrario que Eivor, es todo energía y no deja que nadie la pisotee, no quiero decir que Eivor deje hacerlo es lo hacen sin que ella se de cuenta y por eso contrasta tanto con su amiga.
Los últimos personajes importantes en la historia son los hijos de Eivor y es interesante contrastar como reaccionan las dos mujeres importantes y de diferente generaciones ante los mismos problemas que plantean los jóvenes cuando crecen.
La novela es interesante pero a veces se hace tediosa, lenta y si encima no te gustan las cosas retorcidas que suelen poblar todas las novelas de Mankell pues se te atraganta seguro, a pesar de todo creo que es una buena historia que si la hubiese adelgazado doscientas páginas le hubiese quedado mejor; que te mostrará como las cosas no son tan bonitas como nos cuentan en esos países idílicos del norte de Europa donde los inmigrantes siguen siendo inmigrantes, como referencia usa cinco años distintos en la vida de estas mujeres y que son: 1941, 1956, 1960, 1971 y 1981, salvo 1941 no hay un hecho histórico mundial el que los marca es más una separación digamos biológica y con la que gracias a ella ves como evolucionan sus vidas, mujeres valientes que no tienen que supeditarse a lo que manda el hombre de la casa y por eso esperaba tanto de la novela; Mankell en ningún caso juzga a Eivor que cae una vez detrás de otra en errores que no la permiten ser feliz o alcanzar sus metas que no son metas descabelladas o sinsentido, hechos que la marcarán y en los que el escritor no se recrea, cosa que se agradece, pues lo hace como un notario o una denuncia policial y en los que echas de menos un poco de emotividad o de calor vengativo o ira sarracena por parte de Eivor pero ni por esas.
He leído que fue de sus primeras novelas y quiero con eso justificar alguna de las pegas que os he expuesto pero insisto, quiero que me guste como escribe Mankell pero no lo consigo. He visto que ha sacado una nueva novela sobre una madam sueca en un prostíbulo africano, seguro que me la leo porque soy un cabezota pero meteré entre medias algunas con calor latino porque el señor Mankell tiene hielo en las venas y en la pluma y eso que vive en Angola.

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