Petros Márkaris
Tusquets Editores
ISBN: 978-84-8383-444-2
Segunda entrega de la trilogía de la crisis de Márkaris, esta novela así como la anterior tiene de espeluznante que describe con perfecto detalle como se encuentra la Grecia de hoy y que se parece mucho al destino al que nos dirigimos, huelgas, hambre, reducciones salariales, crisis social pero las altas esferas siguen como si nada y nos tratan como a tontos y no voy a seguir porque me enciendo y este blog es un blog de libros y lecturas y no político; las buenas manos de Markaris y su comisario Kostas Jaritos nos vuelven a llevar a la Atenas de hoy, a la Atenas de las protestas ciudadanas, a la Atenas de las angustias económicas y los aprietos y lo hacen de una forma sublime: la descripción es una fotografía llena de detalles y de sensaciones, los casos del comisario casi podría decirse que son el hilo conductor de un documental social televisivo.
La tensión de la calle se masca en toda esta obra, el hartazgo de la gente es patente en cada página, las relaciones que mantienen fuerte a Jaritos frente a la adversidad, llámese Zisis, Katerina o Adriani se vuelven más importantes que nunca, he incluso la extraña complicidad con Sotirópulos o con su propio jefe Guikas parece que se dulcifica con el amargor de la situación social en la que viven, quizás con su jefe por ese posible ascenso que paliaría un poco sus penurias económicas pero que no creo que sea tal; para sombrear el espíritu de Kostas, su hija tiene pensado irse de Grecia ante el nulo futuro que le espera, no es que sea negro es que no existe y eso hiere y mucho a Kostas que tendrá que recurrir a su viejo amigo Zisis para revertir la decisión de su hija y así presentárselo a su mujer.
La trama de la novela comienza con la muerte por una inyección de cicuta en la nuca de un evasor fiscal que engaña al fisco con la complicidad del propio estado, hasta entonces el departamento de homicidios estaba moviendo papeles porque no tenían casos y todos sus otros compañeros estaban en la calle tratando de sofocar todas las manifestaciones -algo así como en Madrid pero sin ningún cretino que diga que hay que callar a la calle porque hacen mucho ruido-, este asesino es todo un misterio, cuidadoso, cauteloso y preparado, asesina a un segundo empresario de éxito igualmente tramposo con el fisco, ayudándose de la red y los blogs, este misterioso asesino hace que muchos empresarios paguen muchas de las deudas que tienen pendientes con la hacienda griega y les exige una comisión; el viceministro, pringado hasta las trancas, trata que atrapen por todos los medios a este hombre que poco a poco se está convirtiendo en un héroe para los griegos modernos pero como en todas las historias de héroes, no todo es tan limpio ni tan honrado; pero no es honrado ni el propio estado pues en la misma novela se dice que el estado griego es la única mafia que ha quebrado -es demoledora esta frase-, este héroe vengador al final no es más que un hombre movido por el afán de venganza y revancha, atentos a la incorporación de una mujer para ayudar a Kostas con un perfil y que es nuevo en su forma de proceder.
Esta novela tiene de genial que la trama se entrecose con el día a día del propio Kostas, sus peleas con su mujer, sus cafés con Zisis o su día a día con sus compañeros y todo acercándose a la crisis terrible que viven los helenos criticando lo que todos tenemos en la cabeza, que los de siempre son los que nunca pagan la crisis y teniendo que soportar que su mujer le diga que los hombre íntegros son los que nunca triunfan -triste pero verdad, como una vez oí, nadie se hace rico trabajando-.
Me gustaría que os fijarais en el detalle de la nacionalidad del asesino, en como miran a la patria de las señora Merkel y en como en muchos de nosotros el país teutón ha pasado de ser un ejemplo a seguir a un modelo del que huir y no digamos de sus dirigentes que miran a los países del sur como si hubieramos sido unos vividores cuando se echan más horas en el tajo aquí que en su país de sobra y que no me vengan con el rollo de la productividad, que les voy yo a hablar de la productividad de cafeterías con jornadas de 10 horas de las que se cobran 8.
Una gran segunda entrega y me deja con ganas de esa tercera, quiero saber con que puede sorprendernos este escritor griego.
Muy, muy recomendable y terriblemente actual.
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