sábado, 14 de mayo de 2011

Penas del Joven Werther


Johann Wolfgang Goethe
Alianza editorial
www. http://www.alianzaeditorial.es/
ISBN: 84-206-1584-6

Tenía que visitar a mi "amigo" el vampiro y para hacer tiempo me busqué un libro cómodo entre los que hay en mis estantes para amenizar mi espera y este reunía muchas de esas necesidades momentaneas, como por ejemplo que pesara poco para llevarlo en el autobús y se pudiese leer con una mano mientras me sacaban mi medio litro, que me apeteciese leerlo, que me sacara de la cabeza ciertas cosas nebulosas que afectaban a mi poco seso, etc.
Antes de "destrozar" este gran libro hay que situarlo dentro de la época en la que está escrito, es decir a finales del XVIII, el siglo que comienza a partir de entonces es de una riqueza y sensibilidad impresionante y España no se libró de ese instante con grandes figuras.
Werther renuncia a la vida por amor y por no saberse adoptar a los nuevos tiempos que está viviendo, su gran amor Carlota se casa con un oven muy prometedor, Alberto, y el joven Werther no consique superarlo ni asumirlo a pesar de separarse de ellos en un primer instante y de buscar personas afines de pensamiento y sensibilidad que le terminan por exasperar, yo veo un egoismo terrible en el joven Werther y en su forma de conducirse, el desamor le lleva a un acto de egoismo extremo -a mi parecer, ojo- que conlleva una carga emocionas para con sus amigos insoportable de llevar y lo digo por como se enfrentaría el matrimonio Carlota-Alberto después de su suicidio y de su arrebato amoroso final.
Es tan alemán y tan wagneriano que bien podría decirse que los teutones también sienten y padecen y no son fríos como los imaginamos, a diferencia de las grandes tragedias mediterraneas es que en las latinas aunque muera hasta el apuntador, llora hasta el índice y el prólogo y en las tragedias germánicas hay un victimismo que hace parecer que los protagonistas asuman como normal ese desenlace final y terrible.
El haber leído este libro siendo un jovenzuelo por obligación en el colegio y hacerlo por el puro vicio de hacerlo es demoledor, porque lo que recuerdo de mi primera lectura y de eso hace "demasiado" tiempo es que no me pareció tan egoista la postura de Werther como tanto me lo parece ahora, creo que leer por obligación debería estar prohibido y algunos libros deberían leerse cuando nuestro "cerebro" esté preparado para asimilarlo.
Es de obligatoria lectura, pero cuando estemos preparados y listos para leerlo.

7 comentarios:

  1. Yo tambien he leido ese libro por obligación en el instituto si no recuerdo mal, no me acuerdo mucho de él pero tampoco tengo ganas de releerlo, Goethe del que me obligaron a leer alguna obra más, me exasperó en su día

    ResponderEliminar
  2. Creo que estamos en la misma situación, por eso creo que se debe leer a Goethe en el instituto, pero al igual que Goethe tampoco deberían leerse muchos otros que tenemos que leer por obligación y que no se "disfrutan" hasta mucho después.
    Besotes.

    ResponderEliminar
  3. Pues no he leído este libro, y no me llama mucho la atención. Así que uno menos para la lista de pendientes, :)

    bsos!

    ResponderEliminar
  4. Es un clásico Rosalía y confieso que el motivo de cogerlo para leerlo fue su tamaño, si, algo tan vanal como eso. Lo mejor fue recordar lo que me dijo hace muchos años y lo que me ha dicho ahora.
    Besotes y feliz semana.

    ResponderEliminar
  5. Siempre he pensado que sería un libro pesado, frío, serio, complicado... nunca he tenido la tentación de leerlo, pero mira, me lo voy a apuntar en mi lista porque al leer tu reseña parece más apetitoso. Apuntado queda. Y ahora, a recuperar esa sangre! Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Cuando leí este libro, hace ya algunos, algunos, años, no fue por obligación sino por devoción al Romanticismo alemán.
    Estoy de acuerdo contigo en que en los románticos europeos latía un agoísmo evidente, tal vez fruto de ese placer inevitable que encontraban en ese dolor de amar, que tanto personajes como autores (piénsese en Larra, por ejemplo), llevaron hasta a la muerte.

    En cuanto a la´lectura de libros obligados a los adolescentes, es fundamental, siempre y cuando se respeten unos requisitos. El fundamental: que las lecturas estén adecuadas a su edad. No obstante, actualmente, los escritores y editores cuentan con el conocimiento del problema de hacer leer obras clásicas a los jóvenes: por ello hay infinidad de libros con buenas adaptaciones para adolescentes de todas las edades que, son un aperitivo para que conozcan la obra fundamental en cuestión, y para que, posteriormente, se lancen a la lectura de la obra original si así es su gusto.
    Los profesores también conocemos el pulso que ganan los medios audiovisuales frente al placer de leer. Por ello, cada vez se "obliga" menos, y se desarrolla una técnica más eficaz: "Técnicas de animación a la lectura", basadas en aspectos lúdicos y alejadas de horribles exámenes posteriores. Creo que la fórmula perfecta para hacer que un joven odie leer es obligarle a leer un libro y, como premio, hacerle un examen de su lectura. Lo que se debe intentar es fomentar ese placer voluntario por la lectura, pilar básico no solo para su desarrollo cultural sino para su formación como persona.

    Perdona la digresión, Ángel. Añadir que tus análisis siempre me parecen acertados y precisos, y tu blog una enorme contribución a ese placer que es leer.

    Un besito.

    ResponderEliminar
  7. Se debe leer con la distancia que se le debe poner a un libro de finales del siglo XVIII y que afectó tanto al XIX. No lo interpretes al pie de la letra Saramaga, jeje (se que no lo harás) y luego compáralo con personajes como Larra o Espronceda.
    Ah, la sangre ya no me toca hasta octubre, biennn.

    Marisa hay una cosa que puede hacer más interesante para los jóvenes a lo hora de acercarse a la novela y explicar el romanticismo y aunque suene macabro, es la visita a los dintintos cementerios sacramentales -algunos de Madrid son impresionante o el de la Recoleta en BBAA pueden servir de ejemplo-, el leerla rodeados de esa atmósfera, hará que algunos la lean con otros ojos.
    No tienes que pedir perdón, es un placer leer y compartirlo aún más. Esa obligación que cuentas me es muy familiar por eso me niego a hacer nada por obligación, ni ir a nadar todos los días o leer siempre que pueda.
    Un fuerte beso.

    ResponderEliminar