Petros Márkaris
Tusquets Editores
ISBN: 978-84-1107-603-6
Ya van dieciseis novelas con ésta de la serie Kostas Jaritos, un policía griego hijo de un carabinero que ahora es jefe de policía del Ática. Un policía atípico en el panorama de las novelas de misterio, un hombre hogareño, familiar, comprometido con su trabajo y con su sociedad, solo hay que ver como cuida su amitad con Zisis, un viejo comunista que regente un local para los sintecho en la Atenas de hoy, porque las novelas de Márkaris son una fotografía perfecta de la Grecia actual, con sun problemas económicos, las tensiones raciales y económicas o el drama del "bulling" como es en esta novela. Kostas Jaritos no tiene traumas personales, no le atormenta nada ni un pasado terrible, tiene una hija abogada, un yerno médico, un nieto feliz y aún pequeño y una feliz esposa, y con eso puede escribirse novelas de género sin tener que recurrir a cosas raras como siempre he defendido.
Kostas continua como director de seguridad del Ática, debe lidiar con ministros más que con delicuentes, ministros que parecen gobernar a golpe de encuestas, sin embargo de abandona del todo la labor investigativa, cosa que no hacía su jefe, Guikas, y poco a poco le va comprendiendo cuando le toca vivir esas luchas de poder políticas en los casos que le tocan resolver. La sitiación universitaria está tensa, protestas, manifestaciones y todo lo termina de alterar con el asesinato de un profesor de matemáticas de la facultad de Economía, Rodakis, un profesor que no gozaba de muchas simpatías que se diga y que pedía que se dejasen de estudiar asignaturas de humanidades para volcarse en asignaturas técnicas o que satisfacieran a las demandas laborables actuales. El equipo de Kostas están sin pistas, el asesinato de el encargado del ministerio de trazar los nuevos planes de estudio, el profesor Rokkos, y reivindicado por los mismos asesinos tampoco ayuda a resolver el caso y comienzan las presiones y tensiones políticas. Gracias a la aparición de tres jóvenes asesinados que en sus estudios previos sufrieron "bulling" aparece una pista sobre la que trabajar.
Las novelas de Markaris son siempre muy actuales y con una buena dosis de crítica social, pero tengo la sensación de que la ha "trabajado" menos, es como si quisiera ventilarse los días, antes era más pausado a la hora de narrar el tiempo presente y en esta ocasión vuelan los días entre el ratito que narra en la comisaría y el tiempo que pasa con su familia, antes trabajaba más esos tiempos "muertos" enriqueciendo la trama, por eso creo que es un poco más floja que otras novelas que he leído de este autor. La trama da para mucho jugo, esa línea que separa víctima y verdugo es miy intrigante.
En esta novela el carácter coral es mayor, se difumina más el papel de Kostas, pero no pierde su pasión por el buen vivir, la comida griega -que como en Camilleri, te hace buscar en internet que platos son para probarlos: satziki, suvlakis, pasteles de verduras, etc., y sigue preocupado por los suyos pero puedes ver como Grecia ha superado los terribles tiempos de los hombres de negro.
A pesar de ser menos intensa, merece la pena pararse a leerla con cariño y atención, pero como todas las otras de este escritor griego, no defrauda nunca.
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