sábado, 20 de marzo de 2021

El Mal de Corcira

 



Lorenzo Silva
Editorial Destino
ISBN: 978-84-233-5756-7

Primera novela que leo de la serie del investigador de la Guardia Civil Bevilacqua pero no la primera novela de Lorenzo Silva en mi periplo lector y del que guardaba buenos recuerdos. Se que empezar con la decimo segunda entrega de la saga no es precisamente empezar pronto pero es que mi Baltasar particular me lo ha regalado este año y nunca antes nada de la serie, algo a lo que debo poner remedio sin tardar demasiado aunque con la panzada que me estoy dando con novela negra últimamente igual tengo que espaciarlo pero será poco tiempo seguro.

A pesar de su metraje, algo más de quinientas páginas se lee con fluidez y con avidez, no os asustéis, por mi preferencia por las novelas de no más de cuatrocientas páginas quizás no habría reparado en ella, por el tema de ETA creo que tampoco pero este es un claro ejemplo de que dejarse influir por los prejuicios personales puede hacer que te pierdas una interesante novela como es este caso.

Un hombre de mediana edad aparece muerto en una solitaria de Formentera, brutalmente golpeado y desnudo, algo que en baja temporada turística no hace nada más que alterar a los habitantes de la isla que poco se parece a las imágenes que vemos del verano, el fallecido fue visto en lugares de ambiente en compañía de jóvenes lo que hace que las investigaciones se inclinen por una motivación pasional pero cuando los jefes de Bevilacqua le dicen que tome las riendas del asunto, su pasado en Euskadi y un tiempo que el cree olvidado volverá a remover ciertas historias ocultas en su memoria. El subteniente Bevicqua tendrá que ir de Madrid a Formentera y después a Guipúzcoa, donde empezó su andadura como Guardia Civil ya hace media vida casi cuando ETA estaba en lo más crudo de los atentados, tendrá que lidiar con fantasmas pasados y presentes y tratar de vencer ciertas resistencias en los ambientes más abertzales para poder esclarecer la muerte de Ígor López Etxebarri incluida la madre de este.

Belicqua que ha sufrido la pérdida de su compañera de fatigas, temporal pues ha sido herida de bala en una operación, Chamorro, tendrá que tirar de Arnau y de lo poco que le quieran contar sus superiores que saben más de lo que le cuentan y le ocultan premeditadamente, volverá a ver a su viejo compañero de Nissan Patrol pero en unas condiciones que él no habría querido y todo en post de esclarecer lo hechos.

La novela se desarrolla de forma brillante, con agilidad y mezclando pasado y presente para saber que ha pasado, fórmula que no es nueva pero que en esta ocasión está muy bien conseguida, haciendo mención a un pasaje de tiempos remotos, Corcira, que para los amantes de la historia antigua les sonará casi con seguridad y que demuestra que después de algo más de dos mil años la cosas no han cambiado; nada o muy poco, gracias a esos viajes al pasado y presente podremos conocer a Rubén Bevilacqua  cosa que para los que no le conocemos de antes pues nos sirve de estupenda carta de presentación del personaje, pues veremos sus motivaciones, sus métodos, sus afinidades, sus temores, etc., no esperéis una loa al trabajo policial en esos tiempos de ETA, no, Lorenzo Silva se limita a contar lo que pudo ser ese tiempo, es más, es que pienso que nunca quiso no pretendió eso al escribir la novela, solo quiso ambientar cierto momento de la vida del Rubén para saber porque es así.

En resumen, una novela actual, que mezcla lo que creo que debe ser el vivir del día a día después de un pasado tan duro, donde hay personas que aún no se han "perdonado" y no han avanzado en pro de un futuro diferente y los que si lo han hecho pero son perseguidos por ese perdón que si han alcanzado, viviendo su vida como quieren o como les han empujado porque quizás alguien piense que Igor es lo que es porque es presionado por la Guardia Civil a ser lo que fue, pero no lo que es ahora, en fin  un motivo para la reflexión.

Lo dicho, un escritor a mi lista de "a seguir" leyendo.

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