Siruela Ediciones
web: www.siruela.com
ISBN: 978-84-17860-15-8
Eliot Conte es un detective privado hijo de un influyente político italo-americano, Silvio Conte, que se gana la vida resolviendo casos de infidelidades matrimoniales, amigo del alma del comisario de policía, Antonio Robinson, todavía añora sus clases de literatura en la universidad de California de la que fue expulsado por intentar tirar al rector por la ventana o la sesiones de ópera sobre las que discute que Antonio, discusiones que rozan lo cómico pues Antonio no sabe que ha fallecido Pavarotti hace años por ejemplo.
Elito Conte reside en Utica, un pequeño pueblo al norte de Nueva York, separado, su vida discurre en el filo de la navaja por el exceso de alcohol que le acompaña, pero decide dar un golpe de timón a su vida y decide ponerle fin; a su vez el encuentro con la policía Cruz parece poner un algo de color a su vida y si a eso le pones que su padre está viviendo su últimos días y trata de reconciliarse con él, pues parece que la vida de este perdedor de manual puede tener otro color diferente al negro y al gris.
La vida profesional de Eliot se complica cuando su amigo del alma Antonio Robinson le pide que investigue a un compañero de la comisaria por acosar a las mujeres de los otros policías, a la par Eliot se pone a investigar un caso en el que se vieron involucrados ambos policías y con ramificaciones con la mafia y lo que descubrirá cambiará para siempre su pasado y por ende, su presente. Complicando un poco su situación personal, su exmujer es detenida como sospechosa de haber asesinado a sus dos hijas, unas hijas a las que no ve hace años y por las que no tiene un vínculo paternal visible, y es la nueva pareja de su ex el que pide que les ayude.
Confieso que en algunos pasajes se me ha hecho bola como dicen los niños, la novela es buena pero no se si porque mi concentración lectora en ciertos momentos no era la adecuada pero me hice un poco un lío con los personajes y las acciones que me llevó a releer algunos pasajes.
"El sustituto" es una novela al más puro estilo novela negra americana, con un personaje típico como Eliot Conte y a la que aderezan con acierto, con esas conexiones nebulosas con un padre poderoso que maneja los hilos del partido demócrata en la sombra y no solo del partido. El resto de personajes también podríamos decir que son ejemplos clásicos de las grandes novelas del siglo pasado de los años 30, con Hammet a la cabeza; no tienen quizás el encanto de las de entonces pero es que aquellas han cogido el poso de la excelencia con los años transcurridos.
La trama es muy ágil, no hay grandes crímenes o escenarios sangrientos lo que demuestra que no es necesario pasarse con la sangre para poder hacer una novela formidable; por eso no entiendo muy bien el éxito de la novela nórdica, todo tiene que ser sórdido y retorcido y la realidad nos demuestra que no es necesario, que hay suficiente maldad en los asuntos cotidianos como para poder escribir una buena historia.
Creo que sentiréis empatía con Eliot Conte desde la primera página, creo que incluso estaréis tan nerviosos como él en su primera cita con la policía Cruz, en los resquemores por el favor que le pide Antonio pues Eliot es un tipo que sabe leer entre líneas y lo veréis en un ejemplo que el mismo detalla.
En fin, investigadores privados, mafia, familia, luchas de poder, en fin, componentes ideales para poder hacer una buena trama cosa que ha llevado a buen puerto Frank Lentricchia.
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