Tusquets Editores
web: www.tusquetseditores.com
ISBN: 978-84-9066-696-8
Esta entrada corre el riesgo de que se tarde en leer más que lo que se tarda en leer este relato maravilloso y genial de Luis Sepúlveda por lo que trataré de condensarla todo lo posible.
¿Qué pasaría si fuese Moby Dick la que nos contase su historia y no Ismael?, ¿qué pasaría si ese leviatán blanco y asesino de tripulaciones de buques balleneros -la historial del Essex es real- fuese un protector de ballenas para que esas otras ballenas que cumplan con el pacto que tienen con los hombres del mar?, ¿qué pasaría si esos cachalotes viesen como se ha transformado el ser humano a lo largo de la historia y no tuvieran sitio donde esconderse?.
En la costa de Chile un niño recoge una caracola (concha) que encierra la voz y los recuerdos de un cachalote blanco llamado Mocha Dick, Mocha por ser el nombre de esas tierras, esos recuerdos hablan de su sagrada misión de acompañar a otras ballenas ancianas en su labor de llevar a los hombres del mar en su último viaje, un cachalote que se encuentra solo en su labor porque sus otros congéneres se han ido a otras latitudes tras pasarle su legado; en el trascurso de los años ve como llegan los hombres de otras latitudes en busca de ballenas como ella por su aceite su ámbar gris ; tendrá que luchar contra esos hombres y proteger a aquellos que la veneran y la honran por su labor, escuchamos la voz de esa ballena que ha pasado a la historia como un demonio del mar en boca de los hombres y que acaba con los hombres cuando son los hombres los que quieren acabar con todo lo que encuentran a su paso (y ahora debería poner esa foto del fondo del mar Mediterráneo que hemos visto en televisión esta semana).
Luis Sepúlveda siempre ha tenido una visión ecologista y protectora de las poblaciones mapuches chilenas, y lanzo una queja bien alta en este punto contra todos aquellos -señor Pablo Iglesias entre ellos- que calificaron la llegada de Colón a América en 1492 como un genocidio, ruego que tengan a bien leer al respecto porque me temo que hablan de oídas de la campañas de exterminio de las poblaciones nativas del sur de América después de la emancipación, porque eso si es genocidio. En otros relatos del mismo escritor veréis esa mirada crítica y reivindicativa a modo de lamento pero sin exigir el ojo por ojo que se asemeja a textos que he leído de coetáneos americanos pero de más "arriba" cuando se habla del exterminio piel roja.
El libro tiene unas bellísimas ilustraciones de Marta R. Gustems que rememoran a libros de mi infancia.
No quiero extenderme más, el relato es delicioso, contado de forma maravillosa, ilustrado de manera ideal y con un bello mensaje final, yo se lo daría a leer a todo el mundo haciendo bueno eso qude que es una novela para jóvenes de 8 a 88 años, yo de momento se la he recomendado a mi amiga Marta para su hijo, pero sería tonto por vuestra parte que penséis que penséis que no "apta" para vosotros, quizás algunos cuiden un poco más su entorno y a sus "semejantes" después de leer este relato.
Ahora que los jóvenes han despertado en su lucha contra el cambio puede encontrar un segmento de lectores que puedan darle una cálida acogida al relato, pero no solo ellos, quizás los menos entusiastas sean los ecologistas más extremos y los que tengan el corazón de piedra porque por desgracia ahora tenemos de los dos tipos a "puñaos".
No os la perdáis que se lee en un ratito y merece la pena.
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