sábado, 11 de marzo de 2017

Mi Nombre era Eileen





Ottessa Moshfegh
Editorial Alfaguara
web: www.alfaguara.com y www.megustaleer.com
ISBN: 978-84-204-2394-4


Vengo de disfrutrar un novelón y llegase el libro que llegase le iba a resultar duro alcanzar una cotas de alta de excelencia por lo que a lo mejor mi crítica es demasiado severa con este thriller.
Tomando a una joven inadaptada como personaje central y narradora de su propia historia, Eileen, iremos conociendo su anodina y solitaria vida, nos contará con pelos y señales su vida cotidiana a través de los días previos a la Navidad cuando ya tiene decidirse marcharse del pueblo que la vio nacer y vivir, pueblo al que ella llama X-ville; hija de un policía borracho ya fuera de servicio, trabaja en un correccional de menores, vive en un pueblo de la coste este en decadencia y su vida transcurre entre ese abominable trabajo donde fantasea con guardianes que la toman de esta o aquella manera y su casa, donde cuida a su padre alcohólico, proveyéndole de alcohol, comida basura o de sus zapatos para ir a misa pues los guarda en el maletero de su coche para que no se marche y haga alguna barbaridad.
Eileen ya es una mujer madura, han pasado cincuenta años desde esa nochebuena y recuerda su marcha de X-ville, la llegada de Rebecca al correccional y el vuelco que supuso para su vida. Escrito en primera persona, conseguirá que sintamos verdadera repulsión cuando regrese a su casa después del trabajo, repulsión con la vida que lleva y creo que más de uno, huiría de Eileen nada más verla porque ni ella misma se quiere y eso lo refleja en cada cosa que hace, hay veces que parece un monólogo de una adolescente a la que nadie dice querer, y eso ciertamente aburre y si encima la colocas en ese ambiente de suciedad, alcohol y comida basura, pues no se hace atractivo el seguir.
A pesar de ese pasado triste, infeliz y gris, decide ponerle fin y cambiar de vida, ole por Eileen, aunque el detonante no sea el que ella quiere y se vea forzada por un luctuoso hecho; no entiendo porque hace responsable a Rebecca cuando es ella la que tiene las riendas de su vida, no entiendo que se eche la culpa al empedrado de nuestras buenas o malas acciones, pero esto forma parte de la carga psicológica de la novela y ahí no debo meterme.
A pesar de ser una novela corta, tienes las sensación a medida que avanzas y llegas a los dos últimos capítulos, de que nada pasa y al final todo ocurre en un abrir y cerrar de ojos, solo tienes la sensación de que hay personas que desperdician -o desperdiciamos- nuestra vida y eso si es un crimen serio.
Ciertamente es cargante la autocompasión de Eileen, de su ato grado de egoísmo que ciertamente puede ser comprensible y a veces justificable pero he dicho a veces, pues cualquiera de los chicos de ese correccional ha tenido mucho peor suerte que ella.
De trazo fácil de digerir y descripciones correctas, adolece de tensión en gran parte de la narración pues se vuelca demasiado en hacernos partícipes de lo solitaria y penosa vida de Eileen, entonces y en algunos momentos de su futura vida; yo que soy amigo de personajes que son canallas y mueren canallas sin posibilidad de redención -una muestra es "Ese mundo desaparecido"-, que no buscan su complicidad porque si la vida les ha hecho de ese modo es porque ellos lo han hecho posible o si no lo han hecho posible, son las cartas que les han tocado jugar, los personajes como Eileen no me inspiran empatía; empatía sería con el joven Polk pero nunca con ella y por eso creo que es una novela fallida.
Se que estoy siendo un poco injusto, ¿será por mi anterior novela leida? ¿por no gustarme Eileen -y no me refiero físicamente-?, no lo se, probar vosotros y ya me contáis si estoy en lo cierto o no.

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