martes, 31 de enero de 2017

La Bella Annabel Lee



Kenzaburo Oé
Editorial Seix Barral
ISBN: 978-84-322-2976-3


Mi primera novela de Kenzaburo Oé  es un homenaje a la literatura occidental sin ninguna duda, con una escritura impregnada de compromiso social es un tanto atípica y distinta de otros escritores nipones que he traído a este blog. El uso de si mismo como un personaje más de la obra hace que te involucres más en la historia que narra, además, el que baile con el tiempo y juegue con el presente y el pasado del modo que lo hace es un aliciente interesante más para sumergirte en su lectura de forma ávida y sin frenos.
Kenzaburo se encuentra paseando con su hijo discapacitado siendo ya él un anciano cuando se encuentra a un productor, Komari, con el que trabajó ya hace treinta años en la adaptación de una película, esos recuerdos le llevarán a rememorar esos tiempos y ciertos personajes que han marcado la vida de Kenzaburo.
Quizás se haga algo lioso ese viaje temporal en la trama, pero paciencia, pues en ese viaje aparecerá la constante búsqueda de la belleza que tanto ves en otras obras niponas, donde la vida, el dolor y cierto tipo de rectitud moral llevarán a ese fin que no es otro que la perfección y la belleza.
La historia se apoya en la adaptación de una obra alemana clásica de Heinrich von Kleist llamada "Michael Kolhlhaas", sobre esa historia empiezan a solaparse leyendas japonesas que casan bien con la leyenda germana y que hacen recordar a Kenzaburo Oé su infancia en las montañas como hijo de un fabricante de papel moneda. Lo que hace Kenzaburo es transformar una rebelión de nobles alemanes en revueltas campesinas en Shikoku en lugar de en el sacro imperio germánico; el personaje principar Kolhlhaas se convetirá en una mujer, en Meisuke; y esa mujer una rebelde en pro de una justicia que nunca llega. Esa mujer Meisuke mezclará los recuerdos teatrales de Kenzaburo y las obras que montaba su madre después de la guerra.
Para enriquecer la trama, la actriz Sakura es uno de los alicientes de los productores para conseguir éxitos de taquilla, llevada de la mano del productor Kimori, la actriz se involucrará por completo en el proyecto pero esta misma actriz oculta un traumático pasado y una atracción enfermiza por el personaje y la obra de Poe de Annabel Lee, es más, yo bien podría haber titulado la obra como "La bella Sakura"; esa fijación que enlaza con los primeros tiempos de la ocupación militar americana, tiene ciertos toques de la Lolita de Nabokov pero no se resolverá hasta el final, por lo que disfrutar mientras lo leéis que merece la pena.
El momento que descubre Sakura el motivo de su trauma es ciertamente impresionante, no puedo decir duro pero si te remueve las tripas; no esperes que el escritor se enamore de la actriz y digo esto porque yo esperaba que cayera rendido a sus encantos pero veo que mi imaginación es más pobre que la del escritor nipón premiado con el nobel.
Al final la película no se rodo pero pasados esos treinta años, la idea no ha quedado en el olvido; y no os perdáis el motivo del no rodaje en esa primera oportunidad, ahora algo así incluso servirían de publicidad de la misma película.
En resumen, buena literatura a pesar de mi gripe -si, tuve que leer algunos capítulos dos veces porque se me había olvidado entre fiebrón y fiebrón-. 

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