Antonella Cilento
Editorial Alfaguaraweb: wwww.alfaguara.com , www.megustaleer.com
ISBN: 978-84-204-1877-3
Antonella Cilento es una escritora napolitana que no había publicado en España todavía ninguna de sus obras y Alfaguara ha comenzado con este ejemplo de novela histórica, erótica y hasta feminista que tiene el alto nivel al que nos tiene acostumbrados en esta editorial.
Es una novela muy interesante se mire como se mire, el papel de Belisaria -Lisario- hija muda de un general al servicio del virrey español de Nápoles en los convulsos años de la década de los 40 del siglo XVII es la pólvora para reclamar la voz de las mujeres, precisamente una joven muda por una negligencia médica que aprende a leer y escribir a escondidas en una época donde las mujeres solo podían ser esposa y madre, mudas y silentes, obedientes y sombras de un hombre, ya sea padre marido pues son hijas obedientes primero, esposas después y más tarde madres y todo eso sin chistar ni una palabra, creo que sólo con esto ya habrá alguna dama a la que hervirá la sangre, pues paciencia, paciencia que a todo cochino le llega su San Martín.
¿Cómo muestra Cilento esa lucha?, pues con una cosa tan simple como la reivindicación del propio goce sexual de las mujeres, algo que para algunos hombres entonces y ahora parece que debe estar prohibido y os dejo que penséis en todos esos tipos vestidos de negro y sus acólitos en los que la sexualidad es algo sucio y que solo debe servir para procrear; Lisario es una joven inquieta, abocada a un matrimonio de conveniencia que no le agrada y con inquietudes, que tiene a la virgen como amiga y confidente a la que escribe y le confiesa sus amores y temores; debo hacer notar que Lisario ama a la Virgen pero no hace mención a Dios pues es la imagen machista de la sociedad donde viven y que lucha contra ese matrimonio de conveniencia con un hombre mayor quedándose dormida, como en una coma o una animación suspendida y así trasncurre el tiempo hasta la llega de un doctor catalán, Avicente, que ha salido por patas por su torpeza en diagnosticar enfermedades pues él es otro que se ve abocado a ser lo que ha sido su padre, médico, pero sin las ganas o la pasión por serlo; Iguelmano Avicente se presta a despertar a la hija del general y de ese modo convertirse en el médico del virrey y de los poderosos de la corte de Nápoles y los padres de la joven se prestan a ello, encerrado con ella en su habitación comienza a tocar su sexo, provocándola orgasmos sin saber él como lo consigue y un día ella despierta, Iguelmano no sabe si ella es consciente de esos tocamientos a todas luces no permitidos por ella pero se calla y los padres como premio le conceden la mano de su hija, otro matrimonio que tampoco es del agrado de Lisario pero es lo que mandan sus mayores, el doctor enloquece al ver como ella se da placer sin contar con él y desde entonces trata de descubrir el secreto del goce de las mujeres.
La aparición de un judio que hace el atrezzo de las obras teatrales y que es un buen pintor que goza de la simpatía de un Ribera -José de Ribera, el españoleto- hará que Lisario vuelva a sonreir a la vida, notar entre muchas cosas el papel del pintor, el de Cervantes y sus obras, el arte del barroco y sus artistas -Shakespeare inluido-, solo por la cita a muchos de ellos ya merece la pena meterse en la historia, los celos de los artistas de unos y otros, el pecado nefando y lo encorsetado de la sociedad del XVII te hayases donde te hayases y fueses protestante o católico, los castrati y el teatro -se dice que solo Farinelli fue capaz de curar de su pena al rey Felipe V aunque esto es años más tarde, en fin, una ambientación perfecta y que hace coincidir con la revuelta contra el rey de España de Nápoles en la mitad de ese siglo. Por poner una pega y siendo un poco quisquilloso, cuando sale de Nápoles Iguelamano en una galera entran en una zona sin vientos, si el buque es una galera va propulsada por remos por lo que poco importa el viento, quizás sea la traducción.
La novela es una reivindicación de la mujer como sujeto independiente, que puede atarse por amor a quien ella decida, que no necesita de la mano de nadie para ser feliz y todo ello cocinado en una Nápoles hispana y barroca efervescente y llena de vida, ¿no os seduce la historia? pues a mi si lo hizo, ya veréis como lo visual de la escritura de Cilento os atrapan sin remedio.
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