sábado, 31 de enero de 2015

No Hay Cuervos



John Hart
Ediciones Pàmies
ISBN:
978-84-15433-94-1


De la colección La Huella otro novelón que os tendrá pegados hasta la última página del final de la historia. Una historia donde el comienzo es claro pero en donde no puedes dar nada por sentado; una historia a priori "convencional" que desemboca en un relato lleno de matices, de emociones, de sentimientos que lo distingue de otras obras del género.
Los componentes de este libro son suspense, acción, misterio y una buena historia que hace de pegamento sólido y como diría Arguiñano, con fundamento.con personajes que van más allá del papel y con los que sin haber sufrido una experiencia tan terrible como la que relata el libro se puede sentir empatía.
Arranca con una familia destrozada por el drama familiar de una hija -Alyssa- desaparecida, un hermano mellizo -Johnny Merrimon- que no se resigna y que investiga por su cuenta y que por culpa de la desaparición de su hermana se encuentra más solo que la una pues su padre los abandonó nada más desaparecer, una madre -Katherine- que no supera ni una cosa ni la otra y que se sumerge en un mundo de alcohol y drogas sometida por el cacique todopoderoso de Raven y donde el único que parece tomárselo en serio es un policía -Clyde Hunt- con sus propio drama personal pues su mujer le abandona a él y a su hijo y que aloja cierto sentimiento de protección sobre la la madre de John y Alyssa. Toda la trama se desarrolla en el condado de Raven en Carolina del Norte, en un pueblo con sus secretos y su vida cotidiana que tan diferente es de las grandes ciudades pero que tiene y guarda los mismos pecados de cualquier metrópoli grande; un lugar donde la tecnología es secundaria para que sea la investigación o el buen criterio de un investigador el arma fundamental para llevar a buen puerto un caso.
Como un buen plato de cocina, los ingredientes son los adecuados, hace falta una mano delicada y con presteza la que los mezcle con cuidado y mimo para que el resultado sea satisfactorio y este es un ejemplo, no se podría hacer una novela negra situada en medio de un pueblo de Carolina como si se tratase de un caso de crímenes al estilo Wallander o Spade, sería algo más parecido a Montalbano con las diferencias de la localización y los usos y costumbres propias de la zona por descontado, Hart ha "cocinado" este libro con notable maestría, los aderezos para este "plato" son un cacique -Ken Holloway-, un hombre temeroso del miedo por el futuro de uno de sus hijos -Cross- ante un posible ingreso en la universidad -dinero y fama, motores al fin y al cabo-, comisarios más pendientes de la reelección que de resolver los casos, pedófilos incontrolados o al menos que no puedes hacer nada porque no han delinquido y ya han cumplido su condena; amistad por encima de todo como solo puede entenderse cuando se tienen 13 años pues como diría una película de las de entonces, nunca habrá amigos como los de entonces -y creo que nunca los haremos y esto si me parece un motivo de reflexión tremendo y profundo y parece que nuestro valiente protagonista, Johnny al final lo entiende cuando escribe a su amigo Jack Cross, un amigo que pierde algo más que un brazo por defenderle-.
Podría contaros miles de cosas de esta alucinante novela, pero me parecería terrible que no la descubrierais por vosotros mismos, os llevará a un carrusel de sentimientos y todo de la mano de un chaval de 13 años que ha perdido a su padre, su hermana y casi su madre, que no se fía de nadie ni de un policía con buenos sentimientos e intenciones y que por todo apoyo tendrá un amigo con un brazo tullido y un gigante exconvicto que teme a los cuervos y que por avatares de la vida está unido a él por su pasado.
Es buena, es atrapante y sería un verdadero crimen que no la leyerais.

2 comentarios:

  1. Ya le había echado el ojo a este libro y, por lo que cuentas, un imprescindible.

    Un beso.

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    1. Es estupendo Kayena, todo en él es bueno, la amistad de Johnny y Jack es evocadora de otros tiempos, de tiempos propios nuestros cuando nuestros amigos eran más importantes que nosotros mismos; y el papel del inspector Clyde creo que sublime, como se mete en unas arenas movedizas sin querer.
      Un besote.

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