domingo, 21 de septiembre de 2014

Apogeo



Giaconda Belli
Editorial Visor
ISBN: 978-84-7522-386-5


Gioconda Belli es una de mis poetisas de cabecera, una mujer de una dulzura y sensualidad indescriptible, en esta ocasión estamos ante un libro de poemas donde conviven su propia feminidad y los cambios que toda mujer experimenta a lo largo de su vida, ya sea la maternidad y el climaterio; miedos o reafirmaciones que hacen que una mujer sea más fuerte con cada día que pasa y por lo que deberíamos aprender muchos; unos cambios a los que se enfrenta sin manual de instrucciones y con solo el aprendizaje de miles de generaciones de mujeres anteriores.
Este poemario tiene como factor común la madurez, a pesar de haber cierta nostalgia por un tiempo pasado no se ceba en ella pues ese momento es un momento pleno y nuevo para ella o cualquier mujer y no permite que caiga en el desánimo o añoranzas más propias de personas sin futuro, el único poema que desentona por completo es "América en el idioma de la memoria" pero no solo desentona, es que no pega ni con cola y a mi me ha hecho caer un cierta ira furibunda porque no entiendo ese resquemor de un pasado que es parte de lo que son ahora mismo, pero en fin, quitando ese borrón, los demás poemas son deliciosos.
La reivindicación de la mujer como pieza fundamental en la sociedad de hoy puede chocar en la mente machista de muchos hombre -y mujeres- y sobre todo de la forma que lo hace, no es una reivindicación anteponiéndose a los hombres, no, es colocándose a su misma altura y por eso casan tan bien los poemas de amor como los de su manifiesta maternidad o su propia femineidad.
 Destacan para mi gusto los siguientes poemas:
- De noche, las esposa aclara.
- Declaración narcisista -este particularmente me ha seducido hasta el higadillo-.
- Boca de mujer, que es el más parecido a otros poemas de su juventud y tremendamente excitante.
- Sobre las ventajas de soñar, que debería ser un manual de instrucciones obligatorio para todos los seres humanos.
- Amor de peces, pero al que le pondría otro final porque uno es más "pez" que humano.
La poetisa nicaragüense permite otras lecturas, incluso hasta políticas, su yo mujer es una proyección de un ser humano que no niega ni quiero hacerlo su lado femenino, que reivindica que gracias a ese yo femenino el mundo es mundo porque es fecundo gracias a la mujer, porque es conocimento, porque es amor, pero no niega el amor del hombre y lo necesita a su vez.
En resumen, a excepción de ese último poema, una delicia.

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