viernes, 15 de febrero de 2013

Purga



Sofi Oksanen
Ediciones Salamandra
ISBN: 978-84-9838-352-2

Debe ser mi primer autor, en este caso autora, finesa que ha caído en mis manos, fue el regalo de mi Baltasar particular y debo decir que a pesar de lo cuesta arriba que se te hace al principio si superas ese primer escollo la novela te pone los pelos de punta y te deja la cabeza noqueada. Elegida mejor novela europea del 2010 tiene méritos para ellos de sobra y que a más de uno le invitará a desempolvar "Archipiélago Gulag" al recordar viejos métodos o viejas formas.
La novela se mueve en la Estonia recientemente independizada de la URSS y los años de la guerra y siguientes, me refiero claro está a la segunda y la invasión alemana y la posterior soviética, estas distintas épocas están unidas por un oscuro y terrible pasado familiar de la anciana Aliide Truu que se junta cuando aparece su nieta Zara, una joven rusa que escapa de la trata de blancas; ese baile de presente y pasado te permiten realizar un perfil de Aliide Truu a lo largo de los años, una mujer acomplejada por su hermana, envidiosa y celosa de su éxito y que sin darse cuenta medrará hasta que consiga que deporten a su hermana para quedarse ella con su marido y la granja, una granja que en realidad tampoco la pertenece pues ha sido colectivizada.
Es una historia que muestra las miserias de la gente, no sólo las de Aliide, algún crítico dice que es hermosa pero yo no encuentro la hermosura por ningún lado pues las dos historias son terribles, lo que no quiere decir que la terrible experiencia que debe soportar Aliide la justifique para posteriores acciones y que recuerda a muchas de las denuncias anónimas que se realizaban en la inquisición española o después de nuestra guerra donde la gente denunciaba por pura envidia o rencores pasados y que algunos podemos confundir con la supervivencia pero creo que no es eso; humillaciones, miedo, etc esas no son armas para la supervivencia, son armas para el exterminio, como lo fueron las deportaciones a Siberia.
Atentos a las cartas de los espías del final de la novela y en como se usaba a unos contra otros para sonsacarles las cosas.
Podríamos decir que el amor es el motivo para Aliide se comporte de esa manera pero es una historia de vergüenza, de torturas y todo esto no es nada más que el pasado pues el presente es la historia de Zara y su encuentro con su abuela y el enfrentamiento con sus explotadores sexuales; los capítulos de Zara son espeluznantes y te hacen sangrar el alma y en mi humilde opinión, el capítulo que se escapa o mejor dicho, desde su viaje a Finlandia hasta la llegada a Estonia es impresionante y a mi me ha dejado los ojos como platos; el encuentro con su tía-abuela será complicado pues Aliide no sabe quien es hasta que ella se lo dice y como en todas las familias que acaban  leches que no se "reconocen" negándose unos a otros.
Oksanen describe las deportaciones que están en la memoria de sus mayores, en historias de como sus antepasados vivían en los bosques o en los armarios escondidos huyendo de la represión soviética pues ella a pesar de tener nacionalidad finesa es de origen estonio y como mera curiosidad, el finés y el estonio son idiomas muy parecidos -me lo ha contado mi cuñado que es finés no es que yo lo supiera, jeje-.
La novela os tendrá pegados si superáis ese pequeño escollo que es el principio pero una vez superado ya es una carrera sin fin y cada vez más acelerada, comienzas con cierta simpatía con Aliide por ese pequeño complejo de inferioridad con su hermana Ingel pero cuando ves sus verdaderas intenciones hasta casi el final, como si quisiera reconciliarse con su pasado, la aborreces y terminas por olerla a nabo picante, a cebolla, a rusa en definitiva y es entonces cuando en su afán de querer cuidar a alguien como una madre pues a pesar de haber sido madre nunca ha desarrollado ese instinto te parece más humana y casi la disculpas; otra cosa es Zara, una mujer a la que cuidarías pues en toda ella a pesar de ser una prostituta se la ve inocencia, una mujer sin fortuna y explotada por un pedazo de canalla que meteríais en un celda de por vida y tiraríais la llave a cualquier agujero para que no saliera nunca.
Por último, la escritura es cuidada, con descripciones olorosas que para los que han sido de "pueblo" puede recordarles viejos aromas -yo es que de pequeño compraba leche en una vaquería, por eso lo digo-.
En fin, una gran novela, pero apretaros los machos porque os torturará y os dololerá.


6 comentarios:

  1. Pues me apetece leerla y la tengo hace tiempo en mente, pero este mes y tanta novela negra me esta dejando noqueda, así que supongo que tardaré en acercarme a ella

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    1. El principio me costó un poco Carmina pero merece la pena; ahh, parece ser que los amigos de Alfaguara van a ponerse "serios" con la novela negra y van a publicar cositas interesantes, de momento ya he cogido "Un gramo de odio", ya te contaré. le tengo el cuarto de mi columna de pendientes, jeje.
      Un besote y buena semana.

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  2. Es una de mis pendientes, pero quiero leerla cuando esté preparada.. jajaja. Ahora, para ver cosas q me duelan, me basta con poner la tele.. :-)
    Besos!

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    1. ¿Preparada? uys, suena a oposiciones, jeje.
      Tienes razón, con encender la TV ya tenemos bastante, yo he pedido una comedia francesa a mi librera para desintoxicarme pero aún no me ha llegado.
      La novela está muy bien y me ha abierto los ojos a algunas cosas que hacen estos nórdicos tan "modélicos" y que tanto me chirrían como buen habitante de la zona "pobre" de Europa, que manía les estoy cogiendo aghh.
      Besotes y maravillosa semana.

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  3. Me alegro que te haya gustado, como dices, una vez superada la barrera de las primeras páginas es muy buena. Bueno, a mi me gustó mucho.un saludo!

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    1. ¿Te pasó como a mi que la simpatía o empatía que sentía por Aliide se va esfumando página tras página hasta que casi la repudias?
      A mi me ha impresionado y me sorprende lo cainitas que somos como seres, me reconcilió con la humanidad que la abuela de Zara no la contase que Aliide era tan envidiosa.
      Besotes.

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