Muerte en Abril

 

Alan Parks

Tusquets Editores

web: www.planetadelibros.com/editorial/tusquets-editores/59 , www.alanparks.co.uk y www.tusquetseditores.com 

ISBN: 978-84-1107-218-2

Cuarta entrega de la serie del inspector de la policía escocesa de Glasgow Harry McCoy, después de la pesadilla del último libro leído si el que me cae entre manos es un buen libro de novela negra me hace volver a disfrutar de la aventura de la lectura; como así ha sido, ya las anteriores novelas de Parks me gustaron y esta no ha bajado el nivel, cosa difícil en una serie, y aunque usa los mismos ingredientes para narrar la trama, bajos fondos, impunidad de las altas esferas, alcoholismo, pedofilía o cloacas del estado pues añadiendo una pizca de sueños independentistas de Escocia y algún vínculo con el IRA por parte de algún personaje -esto no es nuevo, ya apareció en la anterior novela- Parks ha podido escribir una novela entretenida, violenta pero sin caer en lo gore y desagradable, con altas dosis de investigación policial regadas con mucho alcohol, tabaco pues estamos en 1974 y en esas fechas se fuma hasta debajo del agua que hará las delicias de más de uno.

Las novelas de Alan Parks son novelas del género negro clásico, no precisan artificios ni cosas extrañas para poder narrarte una buena historia, aquí lo más raro que puedes encontrarte es que un tipo duro como McCoy tenga una úlcera sangrante, que su compañero Wattie sea un tipo tan inocente a su lado pero un buen policía, que el mejor amigo de McCoy sea un jefe de los bajos fondos al que la policía le quiere meter mano desde hace tiempo pero no puede, McCoy está en homicidios no se nos olvide, que a pesar de tener un terrible pasado durante su infancia, McCoy, por culpa de su padre y el internado católico en el que fue internado o la pérdida de su hijo, nada de eso le obliga a comportarse como un trastornado como suele pasar en la novela negra nórdica y por todo eso, es por lo que me encanta como escribe este hombre, seguro que a vosotros os encantará.

Vamos a la trama de la novela, en abril de 1974 una bomba estalla en un piso de la zona pobre de Glasgow, en Woodlands, estamos en los años del IRA y enseguida se encienden las alarmas, pero tan pronto se encienden se apagan y los expertos pasan el caso a la policía de Glasgow porque no encuentran relación con los irlandeses; la bomba ha estallado en manos de un hombre que la estaba montando dejando herido a otro más, McCoy será el encargado del caso, a su vez un oficial de la armada americana, Andrew Stewart, le aborda durante la celebración de la paternidad de su compañero Wattie para que le ayude a encontrar a su hijo, un marinero de la US Navy que ha desaparecido en extrañas circunstancias; como la vida de McCoy no es sencilla pues su amigo y mafioso de los bajos fondos, Cooper, sale de la cárcel y nota que durante su ausencia su lugarteniente ha querido hacerle "la cama" y no está dispuesto a que la gente le vea débil con lo que eso supone a su poder y reputación. A medida que estallan nuevas bombas, McCoy se enfrentará en una lucha contra el reloj para evitar que exploten ocasionando más muertos, encontrar al hijo de Stewart, aclarar como está relacionado su amigo Cooper con la muerte de otro mafioso y que la úlcera no le deje fuera de juego.

La novela es trepidante, en el tiempo como en acción, pues se desarrolla en apenas unos días del mes de abril, sin elegancias o florituras literarias que hacen que sea cruda y dura como debe ser lidiar en los bajos fondos de una ciudad como Glasgow, pero sin caer en la dureza de describir algunas de las partes más duras y bizarras de la trama del grupo paramilitar, con un personaje protagonista al más puro estilo Harri el Sucio o John McClane Parks resuelve un libro redondo, atractivo, de los de antes y que ahora seguramente muchos nuevos lectores no sabrán ponerle color.

Una delicia, quiero más.