Sophie Hènaff
Editorial Alfaguara
ISBN: 978-84-204-2689-1
Segunda entrega de esta brigada de inadaptados de la policía parisina, después de su última peripecia y de la que tenéis aquí mi comentario, no han podido quitarse la mala fama ni el mirar despectivo de sus antiguos compañeros, solo Buron mantiene la fe en esos hombres que bajo el mando de la comisaria Capestan hacen un equipo investigador formidable porque no se guían por los protocolos establecidos.
En esta ocasión la comisaria Capestan debe investigar la muerte violenta de su exsuegro, Serge Rufus, un policía con el que no se llevaba nada bien y que obligará a verse con su exmarido haciendo que conozcamos un poco más de esta interesante mujer. Obligados a trabajar con otras secciones de la policía parisina, sufrirán el desprecio, las informaciones sesgadas mientras decoran el árbol de Navidad o Torrez se entrena para el próximo concurso de plancha que se realizará en Hawái -esto está basado en un concurso real y que fue ganado precisamente por un francés- y se incorporan dos nuevos componentes más a la brigada, un policía que piensa que en su anterior vida fue un mosquetero del rey, Sanit-Lô, y un expulsado de los cuerpos de intervención, la BRI, Diament, como buenos "inadaptados" se integrarán con relativa facilidad con sus nuevos compañeros y se tendrán que hacer a su nuevo cometido donde por no tener, no tienen ni armas, cosa nada baladí porque tendrán que intervenir contra una horda de hinchas del Chelsea sin ninguna ayuda y sin que otros policías les asistan pero esto les servirá para ganar buena reputación frente a su jefe gracias a las declaraciones de los vecinos.
Un caso parecido pero fuera de París relacionará la muerte de Rufus con un atraco en el año 92 cuando la comisaria era una policía recién llegada y recién casada con su marido Paul; y para complicarlo más, en ese atraco mueren dos familiares directos de un componente muy importante del equipo de Capestan. El que el asesino publique con anterioridad sus crímenes le dará ese toque macabro por donde intentar sacar algo en claro, ya sea en un diario o en una estatua de héroes de guerra pintado a mano. El trato de esa policía de provincias me hace pensar que las dos novelas de Sophie Hénaff son una leve crítica de las estructura policial francesa -con la excepción de esa policía no parisina-, con estructuras demasiado jerarquizadas y rígidas, con celos entre los diferentes cuerpos y con un leve toque de fascismo en alguno de esos departamentos -ver los dos detalles de Diament y la BRI-, lo que puede llevarnos a la reflexión sobre si todas las policías en todos los países del mundo son iguales. Yo habría eliminado el detalle de la rata, ya tengo bastante con Piloto pero le da un toque animal que justifica la escritora al final de la novela; mantiene bien el tono fresco de su primera novela, soportando casi toda la acción Lebreton y Eva y en esta vez en segundo plano Orsini y Torrez, pero pensar que en una comisaría tan diversa es bastante difícil dar tanta importancia a unos personajes como a otros.
He investigado más por si en Francia se han publicado más novelas de la serie, pero de momento solo se han publicado dos, pero a buen seguro que yo seré uno de sus seguidores en caso de más novelas porque me cae bien este grupo tan heterogéneo.
Sus cuarenta capítulos se leen con agilidad y frescura, entre el momento actual la autora "cuela" algunos detalles del pasado para que vayas empapándote de la trama y haciéndolo de forma calculada y sin excesos para que de ese modo conocer que pasa. Otra característica que agiliza la lectura son los abundantes diálogos que confieren a la novela ese aspecto de episodio de serie televisivo de los de veinte minutos que tienen la medida justa para querer ver el siguiente pero que si lo haces al día siguiente no te ha dado tiempo de olvidar lo visto hasta entonces.
A los que quieran acercarse a la escritora yo recomiendo hacerlo por "orden" porque de no hacerlo te pierdes muchos detalles de Anne y de sus compañeros de peripecias.
La novela nos dejará con algunos interrogantes para sucesivas entregas, ¿el acercamiento de Anne con Paul se consolidará?, ¿los compañeros de otros sectores de la policía parisina "perdonarán" que la brigada de Anne Capestan se haya especializado en destapar a policías corruptos al estilo de un asuntos internos?, ¿les dará el jefe Buron otro tipo de casos?.Segunda entrega de esta brigada de inadaptados de la policía parisina, después de su última peripecia y de la que tenéis aquí mi comentario, no han podido quitarse la mala fama ni el mirar despectivo de sus antiguos compañeros, solo Buron mantiene la fe en esos hombres que bajo el mando de la comisaria Capestan hacen un equipo investigador formidable porque no se guían por los protocolos establecidos.
En esta ocasión la comisaria Capestan debe investigar la muerte violenta de su exsuegro, Serge Rufus, un policía con el que no se llevaba nada bien y que obligará a verse con su exmarido haciendo que conozcamos un poco más de esta interesante mujer. Obligados a trabajar con otras secciones de la policía parisina, sufrirán el desprecio, las informaciones sesgadas mientras decoran el árbol de Navidad o Torrez se entrena para el próximo concurso de plancha que se realizará en Hawái -esto está basado en un concurso real y que fue ganado precisamente por un francés- y se incorporan dos nuevos componentes más a la brigada, un policía que piensa que en su anterior vida fue un mosquetero del rey, Sanit-Lô, y un expulsado de los cuerpos de intervención, la BRI, Diament, como buenos "inadaptados" se integrarán con relativa facilidad con sus nuevos compañeros y se tendrán que hacer a su nuevo cometido donde por no tener, no tienen ni armas, cosa nada baladí porque tendrán que intervenir contra una horda de hinchas del Chelsea sin ninguna ayuda y sin que otros policías les asistan pero esto les servirá para ganar buena reputación frente a su jefe gracias a las declaraciones de los vecinos.
Un caso parecido pero fuera de París relacionará la muerte de Rufus con un atraco en el año 92 cuando la comisaria era una policía recién llegada y recién casada con su marido Paul; y para complicarlo más, en ese atraco mueren dos familiares directos de un componente muy importante del equipo de Capestan. El que el asesino publique con anterioridad sus crímenes le dará ese toque macabro por donde intentar sacar algo en claro, ya sea en un diario o en una estatua de héroes de guerra pintado a mano. El trato de esa policía de provincias me hace pensar que las dos novelas de Sophie Hénaff son una leve crítica de las estructura policial francesa -con la excepción de esa policía no parisina-, con estructuras demasiado jerarquizadas y rígidas, con celos entre los diferentes cuerpos y con un leve toque de fascismo en alguno de esos departamentos -ver los dos detalles de Diament y la BRI-, lo que puede llevarnos a la reflexión sobre si todas las policías en todos los países del mundo son iguales. Yo habría eliminado el detalle de la rata, ya tengo bastante con Piloto pero le da un toque animal que justifica la escritora al final de la novela; mantiene bien el tono fresco de su primera novela, soportando casi toda la acción Lebreton y Eva y en esta vez en segundo plano Orsini y Torrez, pero pensar que en una comisaría tan diversa es bastante difícil dar tanta importancia a unos personajes como a otros.
He investigado más por si en Francia se han publicado más novelas de la serie, pero de momento solo se han publicado dos, pero a buen seguro que yo seré uno de sus seguidores en caso de más novelas porque me cae bien este grupo tan heterogéneo.
Sus cuarenta capítulos se leen con agilidad y frescura, entre el momento actual la autora "cuela" algunos detalles del pasado para que vayas empapándote de la trama y haciéndolo de forma calculada y sin excesos para que de ese modo conocer que pasa. Otra característica que agiliza la lectura son los abundantes diálogos que confieren a la novela ese aspecto de episodio de serie televisivo de los de veinte minutos que tienen la medida justa para querer ver el siguiente pero que si lo haces al día siguiente no te ha dado tiempo de olvidar lo visto hasta entonces.
A los que quieran acercarse a la escritora yo recomiendo hacerlo por "orden" porque de no hacerlo te pierdes muchos detalles de Anne y de sus compañeros de peripecias.
A diferencia de la novela nórdica -como si no lo hubiera escrito ya un millar de veces- en otras latitudes hay un saber vivir, se disfruta hasta de un concurso de plancha o de una pelea con unos hinchas del Chelsea, da lo mismo que la vida se vaya por el desagüe porque o bien el grupo humano que te rodea o el sol de la calle hace que los protagonistas de estas novelas tengan un poso de optimismo que es imposible que tengan los de la novela nórdica y muchos de la americana clásica; porque el sentido de humor es un personaje más, lo taciturno es solo el negro del café que se puedan tomar, hasta el famoso Mario Conde de Padura, tiene arrebatos de luminosidad que es imposible ver en Kurt Wallander y por eso me gustan tanto estas novelas, porque se disfruta igual que los protagonistas de un concurso de plancha entre voceríos incomprensibles o un plato de salmonetes de roca bien frititos, en definitiva, otra forma de viajar pero sin moverte del sillón, ¿de verdad no queréis ser seducidos por una forma de viajar tan barata y tan divertida/alegre?
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