Hans Hellmut Kirst
Editorial Berenice
ISBN: 978-84-15441-84-7
Tercera entrega de este desventurado soldado y ahora oficial del ejército alemán durante la segunda guerra mundial, tercera de cuatro y en esta la guerra está a punto de terminar, los ejército aliados están ocupando toda Alemania y la fortuna hace que sean los americanos los que le toquen en suerte al batallón artillero al que pertenece Herbert Asch y a su pueblo pues no se encuentran muy distante de la ciudad que le vio nacer y formar como soldado.
Trato de hacer memoria con las otras dos entregas y las recuerdo con mejor sensación que esta tercera, reconozco que ya hace bastante tiempo y a lo mejor es por eso, recordaba muy bien al socarra de Asch y sus tejemanejes para sobrevivir y pasar de puntillas por algo que no le gusta, por desenmascarar a oficiales corruptos o que no velan por sus soldados, fuesen o no fuesen nazis porque lo interesante de esta novelas es que se refleja muy claramente ese olvido que sufrió toda Alemania al acabar la guerra con respecto a su pasado y sus simpatías con los gerifaltes de la esvástica.
Los americanos ya están en Alemania, Hitler aún permanece en Berlín y faltan pocos días para que se suicide por lo que estamos en el final de la guerra, la unidad a la que está adscrita Herbert Asch está cercada por divisiones blindadas americanas y el general Luschke ya considera perdida la guerra y no quiere perder ni un solo hombre más pero en su regimiento todavía hay oficiales que quieren sacar tajada a la debacle y montan un ataque sorpresa para huir y hacerse con el botín que han acumulado durante la guerra, para soldados bisoños o veteranos supervivientes de mil vicisitudes esta será una ocasión más para que puedan acabar con sus vidas cosa que salvo las juventudes hitlerianas recientemente movilizadas no están dispuesto a hacer; sin equipamiento, ni municiones o combustible al final los oficiales consiguen que se realice el ataque escapando del cerco para bien de sus planes pero otros sabedores de esas maquinaciones no estarán dispuestos a consentirlo y valiéndose incluso del nuevo "amigo" americano tratarán de hacer justicia.
Volveremos a saber de los viejos compañeros de armas de Asch como Kowalski, el general cara de patata, Schulz y su esposa Lore, el padre del mismo Asch y otros nuevos; supervivientes de años terribles donde ellos fueron también culpables como reconoce el general Luschke por no hacer nada por acabar con Hitler, porque no vale decir que nunca se fue del partido o se fue un anti-nazi declarado, lo tenebroso es que en la realidad los americanos hicieron lo mismo que en la novela, solo buscaban las cabezas visibles y se sirvieron de otros a pesar de su pasado.
Seguro que a muchos os suena "La noche de los generales" pues obra también de este mismo autor, veterano de la segunda guerra mundial escribe con solvencia y gran realismo, muy crítico con algunos mandos y la situación de esos años pero sabedor de la responsabilidad propia; aunque parezcan novelas para pasar el rato en realidad encierran un terrible verdad, la vida displicente del Asch o Kowaslki no pueden cerrar los ojos del lector de esos años y sus intentos por evitar que sus hombres murieran deben verse como su propia lucha contra un país equivocado aunque algunos de sus mandos pensaran todo lo contrario.
Hay una cuarta entrega que evidentemente leeré pero que aún no ha sido editada, quiero saber que será de la vida de este particular oficial que es todo lo contrario de lo que encarna el espíritu prusiano del que tenemos todos en la cabeza. En cualquier caso si queréis atreveros con este escritor, la misma editorial publicó como decía "La noche de los generales" que es una verdadera obra de arte.
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