sábado, 15 de febrero de 2014

Defensa Cerrada



Petros Márkaris
Tusquets Editores
ISBN: 978-84-8383-109-0

En la serie de novelas del teniente de homicidios de la policía helena Kostas Jaritos esta es la segunda, como las he leído a matacaballo y con el mismo orden que el que elije libros por el color de su lomo pues muchos personajes o situaciones que vive este antihéroe de la policía griega se te aclaran, no es mucha la pega si has leído sus novelas como yo y tampoco me arrepiento de haberlo hecho de este modo, te pierdes algunos pequeños detalles como el saber como conoce a Yanis -su cardiólogo-, como sufrió un tiro que recuerda en entregas posteriores o sus cuitas con Guikas, su jefe, o la buena relación la secretaria de este último.
Una diferencia temporal muy importante es que la sociedad helena aún no ha sufrido los recortes de la troika, que muchos de sus ciudadanos aún viven de subvenciones estatales ya sean equipos de fútbol o agricultores que no trabajan la tierra y esa diferencia es primordial, aún no se lee el hastío de los griegos o sus apreturas económicas, no sé como sería la sociedad griega entonces pero tiemblo pensando con la naturalidad que hablan de dinero negro, sobres, vamos que hasta creo que el PP debió mandar a Bárcenas a Atenas a hacer un máster allí para ver como se blanqueaba el dinero.
Como buena novela de Márkaris, los detalles y lo humano son imprescindibles, en las situaciones hasta los llantos de los sospechosos son importantes, digamos que es un policía a la vieja usanza, que prima sus impresiones o instinto como dicen en las series americanas frente a pruebas de ADN, etc, de todos modos me temo que eso que vemos en series de éxito de crímenes donde el ADN es un arma utilísima no debe ser tan fácil o frecuente, pero es una impresión.
Otra diferencia fundamental es que Jaritos está felizmente casado, no es un tipo solitario, no se da a la bebida o tiene un oscuro pasado que le persigue, sólo le persigue una mujer a la que alguna vez seguro que le darán ganas de darle algún grito, pero nada que un matrimonio de muchos años no habrá pensado, es un hombre con una hija de la que se siente orgullosísimo, en fin, un tipo que no es el típico investigador de novela negra a los que estamos acostumbrados y por eso quizás gusta tanto.
En esta segunda entrega arrancamos con un terremoto en una isla griega mientras está de vacaciones y que por culpa de ese movimiento de tierras aparece un cuerpo sin identificar, a su vuelta a Atenas, el jefe superior le encarga el asesinato en extrañas circunstancias de un empresario de la noche de éxito; estos dos casos tan inconexos al final tienen relación y como en países con la política metida en todos los lados, hará que sufra presiones para cerrar el caso sin investigar todos los flecos y en los que se ven involucrados dos políticos. En un tejemaneje de locales de la noche, fútbol de tercera división o empresas de encuestas tendrá que moverse sin caer en manos de los poderes políticos y para una vez, comprobará como a pesar de llevarse como el perro y el gato con la prensa, todavía hay gente que tienen cierta conciencia -en la última novela de la serie precisamente se verá un encuentro con uno de estos protagonistas y Kostas en el que reconocerán los méritos de uno y de otro-.  
Las obras de Márkaris son todas una delicia, no se pierde en temas raros o escabrosos, todo es mucho más sencillo y fácil después de conocer a los autores, te dan casi ganas de coger un avión de Olimpic y plantarte en Atenas a comerte unos tomates rellenos que tanto le gustan -creo que voy a buscar la receta en internet para mi próximo experimento culinario-, es un policía de "calle", chocan algunos de los métodos de sus subordinados pero hablamos de una policía recién salida de una dictadura, en pocas palabras, una serie amena, entretenida y que para mi gusto, da mil vueltas a las series nórdicas que tanto venden ahora -para los fijos de este espacio no se sorprenderán de esta afirmación, ya conocen mi poca simpatía por los polis de tierras frías-. 

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